2.1 DIOS EXISTE

Vivimos en un mundo en el que muchos han encontrado su estilo de vida dejando de lado a Dios. Decidir lo que está bien o mal se ha convertido en una cuestión de elección individual.

Pero ¿cómo podemos estar seguros de que vamos por el buen camino? Si no existe Dios, ¿quién tiene el conocimiento definitivo de cuál es el camino correcto? ¿Los filósofos? ¿Los políticos? ¿Alguna otra autoridad humana?

Muchos dirían que no importa, que no existe un camino correcto o incorrecto, o que todo depende. Algunos afirmarían que el camino en sí es el objetivo, o que tenemos que descubrir el mejor camino para nosotros mismos. Los que creen en la ética situacional dicen que lo correcto y lo incorrecto está determinado por las circunstancias del momento.

Pero ¿hasta qué punto han tenido éxito estos planteamientos? Analicemos algunas de sus consecuencias. ¿Los resultados que vemos en el mundo que nos rodea y en el registro de la historia demuestran que hemos encontrado el camino que conduce a la paz y la felicidad para todos?

Por el contrario, los resultados muestran cuánta razón tiene Dios cuando afirma: "Hay un camino que al hombre le parece recto, pero su fin es camino de muerte" (Proverbios 16:25).

Los valores absolutos no pueden existir si no es a través de Dios. Si no hay Dios, entonces todo y todos pueden estar en lo cierto, incluso las ideas y prácticas más perversas.

¿De dónde viene todo lo que existe? ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Existe alguna alternativa razonable a la creencia de que un Dios vivo proporciona las respuestas a estas preguntas tan básicas?

Si Dios no existe, entonces debemos preguntarnos: ¿Cómo surgió la vida? ¿Y cómo es que llegó a ser capaz de reproducirse? ¿Cómo se satisfacen las necesidades nutricionales de cada ser vivo de forma que se produzca el delicado equilibrio que vemos dentro y entre los reinos vegetal y animal? Incluso después de muchas décadas de investigación, la teoría de la evolución sigue dejando sin resolver las cuestiones básicas, como hemos demostrado en numerosos artículos. Véase más abajo el estudio ampliado.

Sin un Dios vivo, no hay respuestas satisfactorias, lógicas y razonables a estas preguntas fundamentales.

Creer en la existencia de un Dios vivo es esencial para comprender la vida.

El hecho de que creamos en Dios y de lo que creamos sobre Él sí tiene importancia. Creer o no creer puede afectar drásticamente a cada uno de nosotros personalmente, así como a la sociedad en general.

La creencia personal en un Dios vivo cambia nuestra perspectiva. Cambia nuestra visión de la vida, del trabajo y de lo que hay después de la muerte. Cambia nuestra relación con los padres, cónyuges e hijos, e incluso nuestro comportamiento hacia los enemigos.

Creer o no creer en un Dios vivo puede cambiar sociedades enteras. Considere cómo se desarrollaron ciertas sociedades bajo el sistema comunista ateo en el siglo XX. Pregúntese cómo cambió la sociedad occidental a medida que se fueron dejando de lado los principios morales y éticos procedentes de la Biblia.

Si Dios existe, entonces lo importante es que creamos en Él y le sirvamos.

Dios existe: ésta es una buena noticia y nuestra única esperanza para un mundo mejor.

Dios existe: ésta es la base del programa de estudios de Fundamentos.

LA EVIDENCIA CIENTIFICA ES LIMITADA

¿Dónde podemos encontrar pruebas objetivas que demuestren que Dios existe?

Por definición, la ciencia se limita a establecer verdades mediante pruebas derivadas de la observación física, la experiencia o la experimentación, que son elementos fundamentales del método científico. La naturaleza de la investigación científica es tal que no puede aplicarse a fenómenos inobservables.

La ciencia no puede confirmar ni negar la verdad de nada que se encuentre más allá de los límites de lo verificable por el método científico.

Somos seres físicos y, por tanto, recibimos la información a través de los cinco sentidos físicos. De manera que la verdad científica es lo que se puede "ver" de forma natural. Pero gran parte de la verdad está más allá de la investigación científica mediante la observación y la experimentación. Verificar la existencia de Dios, por ejemplo, está más allá de la capacidad de la ciencia. No puede demostrarse ni refutarse por medios científicos.

¿Qué tipo de pruebas aceptaría usted como prueba de la existencia de Dios?

¿QUÉ PRUEBAS PROPORCIONA DIOS?

La palabra prueba significa cosas diferentes para cada persona. Lo que constituye una prueba para una persona puede no ser aceptable para otra. Diferentes personas exigen diferentes cantidades o tipos de pruebas.

Una prueba es una evidencia que convence a la mente y se acepta como verdad o hecho.

Para muchos, la prueba de la existencia de Dios está en la creación que les rodea. Observan la Vía Láctea que se extiende por el cielo en una noche despejada, o ven fotografías de estrellas y nebulosas lejanas tomadas con telescopios modernos (véase Salmo 19:1). Ven una belleza y un diseño convincentes en el universo, y para ellos es razón suficiente para creer en un Creador. La Biblia habla de un hombre llamado Job, que se enfrentó al reto de estudiar la creación para ver el poder y la majestad de Dios revelados en ella (Job 36-41).

Precediendo a la teoría de la evolución en casi dos mil años, el apóstol Pablo escribió que la creación de Dios es en verdad un testimonio extremadamente poderoso de su existencia. Pero ese testimonio ha sido corrompido, socavado y casi borrado de la mente de las personas porque han sustituido la adoración al Creador por la adoración a la creación.

Pablo dijo que "lo que se puede saber de Dios es manifiesto entre ellos [los que no creen], porque Dios se los ha manifestado. Porque desde la creación del mundo sus atributos invisibles se ven claramente, siendo entendidos por las cosas hechas, aun su eterno poder y Deidad, de modo que no tienen excusa, porque, aunque conocían a Dios, no lo glorificaban como Dios. . . . Profesando ser sabios, se hicieron necios... que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a las criaturas antes que al Creador, que es bendito por los siglos" (Romanos 1:19-25, énfasis añadido). Pablo dijo que la gente debería ser capaz de ver que Dios existe simplemente observando la naturaleza del mundo que les rodea.

El poder eterno de Dios puede verse en todos los procesos de su creación. El testimonio de la creación es ineludible; nos rodea y nos afecta siempre y en todas partes.

Sin embargo, ninguna prueba es lo suficientemente poderosa como para obligar a la gente a creer en contra de su voluntad. Y así ha sido a través de las edades: "Aunque conocían a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus pensamientos, y sus necios corazones fueron entenebrecidos" (Romanos 1:21). Véase más abajo el estudio ampliado: Origen de una teoría engañosa y otros artículos.

La evidencia sobrenatural no es menos real que la evidencia "natural" por el simple hecho de que no podamos detectarla científicamente.

La creencia de una persona en Dios no puede descartarse como irrazonable sólo porque no pueda presentar pruebas científicas como base de esa creencia. El apóstol Pablo dijo que los conceptos espirituales son "discernidos espiritualmente" por aquellos que tienen al Espíritu Santo obrando en sus mentes (1 Corintios 2:12-14). La obra del Dios Creador es físicamente visible en el universo. Pero lo que se ve físicamente es sólo una parte de la certeza que Dios nos proporciona.

La razón principal por la que aceptamos que Dios existe es que la Biblia lo revela como el Creador, Sustentador y Gobernante del universo.

Creer en Dios exige que aceptemos la Biblia como la palabra inspirada de Dios. Cuando dice que Dios creó los cielos y la tierra (Génesis 1:1), o es verdad o no lo es. Debemos aceptar ese hecho por fe antes de estar en capacidad de proceder a conocer y comprender al Dios Creador; "porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (Hebreos 11:6).

Pero la fe no es exclusiva de quienes creen en Dios. Las posibilidades de que nosotros y todo lo que nos rodea seamos el resultado de un proceso evolutivo aleatorio (sin punto de partida ni causa conocidos) son tan remotas que para creerlo también se requiere de mucha fe.

Sin embargo, a diferencia de un proceso evolutivo sin propósito, conocer y comprender a Dios produce una enorme satisfacción (Jeremías 9:23-24). Y podemos llegar a conocerle y comprenderle porque Él se ha revelado a sí mismo en el libro que Él inspiró, la Santa Biblia.

La evidencia de la existencia de Dios está ahí para aquellos que tienen los ojos abiertos para ver, para comprender y entender lo que esto significa.

Después de haber aceptado la existencia de Dios, podemos proceder a otras revelaciones bíblicas sobre quién y qué es Dios. Ver más abajo el estudio ampliado.

PUNTOS ESENCIALES DE ESTE MÓDULO:

- Los valores absolutos no pueden existir separados de Dios; de lo contrario, todo y cualquier cosa es aceptable.

- Creer o no creer en Dios puede cambiar las vidas individuales y las sociedades.

- La ciencia no puede confirmar ni negar la existencia de Dios.

- Las pruebas sobrenaturales son tan reales como las físicas.

- El poder eterno de Dios como Creador puede verse en su creación.

- La Biblia revela a Dios como Creador, Sustentador y Gobernante del universo.

ESTUDIO AMPLIADO

- Jesucristo: Ayer, hoy y mañana

- ¿Qué es el Espíritu Santo?

- Jesucristo: El mito y la realidad

- El origen de una teoría engañosa

- Un punto de convergencia: Ciencia y Biblia

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