3.10 EL ÚLTIMO GRAN DÍA: LA ESPERANZA
DE TODA LA HUMANIDAD
La Biblia nos dice claramente que Dios en verdad ama a la humanidad y que
su deseo es salvar a todos (Juan 3:16-17; 1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). También
nos dice con la misma claridad que sólo a través de Jesucristo se puede heredar
la vida eterna (Hechos 4:12; Juan 10:7-11; Romanos 10:13; Romanos 6:23).
Sin embargo, miles de millones de seres humanos han vivido y muerto sin
haber tenido nunca la oportunidad de comprender el sentido de la vida o de
conocer a Jesucristo.
¿Está perdiendo Dios la batalla por las almas de las personas (Romanos
10:14)? La inmensa mayoría de la humanidad nunca ha podido acceder al camino de
Dios, ni ha oído siquiera el nombre de Jesucristo. ¿Están perdidos para
siempre? ¿Están condenados a sufrir por toda la eternidad en un infierno de
fuego eterno porque nunca oyeron el único nombre por el que podían salvarse?
¿Qué decir de los miles de millones hechos a imagen y semejanza de Dios
(Génesis 1:26-27) que han vivido en un tiempo o lugar donde no había acceso a
la palabra de Dios o al nombre de Jesucristo? Muchos miles de millones vivieron
bajo gobiernos opresivos que prohibían las influencias externas, incluida la
predicación del Evangelio.
Lamentablemente, millones de
niños mueren cada año sin conocer el propósito de Dios para la vida. ¿Están
perdidos para siempre? ¿Qué hay de aquellos que tuvieron experiencias negativas
con la religión organizada y se alejaron de la fe en Dios? ¿Y los que están
confundidos y engañados con respecto a Jesucristo y el evangelio (Mateo 24:4-5;
Apocalipsis 12:9)?
¿Está Dios perdiendo la batalla
por sus almas? (Vea "¿Tiene usted un alma inmortal?") ¿O es Dios lo
suficientemente poderoso y amoroso para salvarlos? ¿Es Él lo suficientemente
sabio como para haber planeado un camino para que toda la humanidad, a pesar de
las circunstancias bajo las cuales vivieron, llegue a conocer a Jesucristo y
tenga una oportunidad de vida eterna en su reino?
El último de los festivales de
Dios, el Último Gran Día, el día santo que sigue inmediatamente a la Fiesta de
los Tabernáculos, nos muestra que Dios es lo suficientemente poderoso, amoroso
y sabio como para salvar a la inmensa mayoría de todos los que han vivido.
El Último Gran Día nos revela
la esperanza de toda la humanidad.
HOY NO ES EL ÚNICO DÍA DE
SALVACIÓN
Para entender el asombroso plan
de salvación de Dios para toda la humanidad, es esencial saber que el tiempo presente
no es el único día de salvación. Dios no está tratando de salvar a tantos como
pueda en esta era. Esta era es el día de salvación sólo para aquellas personas
que Dios escoge llamar en este momento.
Tan sorprendente como pueda
sonar, Dios ha escondido el camino a la salvación para la mayoría de las
personas hoy en día. Al explicar por qué hablaba en parábolas, Jesús dijo a sus
discípulos: "Y les dijo: A
vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; más a los que están
fuera, por parábolas todas las cosas; 12 para que,
viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se
conviertan, y les sean perdonados los pecados." (Marcos 4:11-12).
Muchos creen que Cristo hablaba
en parábolas para facilitar la comprensión de sus enseñanzas, pero en realidad
ocurría lo contrario. Las parábolas pretendían ocultar a las multitudes el
verdadero significado de lo que enseñaba (Mateo 13:10-13). Como explicó Pablo,
la razón por la que la nación de Israel no obedeció a Dios fue que: "…Dios
les dio espíritu de estupor, ojos para no ver y oídos para no oír...".
(Romanos 11:8; Juan 12:37-40).
Jesús dijo claramente en Juan
6:44: "Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere; y yo
le resucitaré en el día postrero." Repitió el mismo pensamiento en el
versículo 65 "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo
concede mi Padre".
Dios está permitiendo a
propósito que las mentes de la mayoría de las personas permanezcan cerradas a
su verdad en esta era. Al mismo tiempo, Él selecciona personalmente a aquellos
a quienes se les ha dado la oportunidad de tener acceso temprano a Jesucristo.
¿Es Dios benevolente planeando
y esperando que todos sean salvos o es Él malévolo, jugando con favoritos entre
su creación, salvando a unos pocos escogidos y rechazando y condenando a la
gran mayoría al castigo eterno?
Pablo nos dice que Dios ha
creado a la humanidad mortal y sujeta a la futilidad y a la esclavitud de la
decadencia y la corrupción por una razón. "Porque la creación ha sido sujetada a la vanidad,
no por su propia voluntad sino por causa de aquel que la sujetó, en
esperanza de que aun la creación misma será librada de la esclavitud de la
corrupción para entrar a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Romanos 8:20-21)."
Dios ha creado a la humanidad
de esta manera con la esperanza de que se conviertan en sus hijos. Dios
pretende que la humanidad vea su existencia mortal y vana y desee la eternidad:
la oportunidad de vivir para siempre como hijos de Dios.
Pero como vimos anteriormente,
Jesús dijo: "Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere",
y Dios ha permitido que el resto de la humanidad siga su propio camino. Él los
ha enceguecido deliberadamente para que no vean a Jesucristo y su camino de
vida. ¿Por qué?
Pablo nos dice que Dios ha
determinado que aquellos a quienes Él no ha llamado permanezcan en la
incredulidad para que Él pueda tener misericordia de TODAS las personas
(Romanos 11:32). La palabra griega (apeitheia) para
"incredulidad" también puede traducirse como
"desobediencia" ya que la incredulidad lleva a la desobediencia; sin
embargo, en este versículo "incredulidad" se ajusta mejor al
contexto. El deseo de Dios es salvar a todas las personas (2 Pedro 3:9). Miles
de millones han vivido y muerto sin conocer el único nombre por medio del cual
pueden ser salvos. Entonces, ¿Cómo va Dios a cumplir su propósito? ¿Cuándo lo
hará?
EL PLAN DE SALVACIÓN DE DIOS
PARA TODA LA HUMANIDAD SE REVELA A TRAVÉS DE SUS DÍAS SANTOS
El Último Gran Día representa
la culminación del plan de salvación de Dios para la humanidad. Los pasos
previos de este hermoso plan son revelados por los días santos precedentes,
todos los cuales sientan las bases necesarias para comprender la plenitud del
propósito de Dios para la humanidad.
El primer paso del plan es la
Pascua. Es un memorial del sacrificio de Jesucristo, nuestra Pascua. Su
sacrificio hizo posible el perdón de los pecados y permitió al pecador
arrepentido estar en una condición de rectitud ante el Padre.
Los Días de los Panes sin
Levadura representan a la persona perdonada despojándose de los pecados de su
vida y volviéndose a una nueva forma de vivir: un camino de justicia y
obediencia.
Pentecostés o la Fiesta de las
Primicias representa a la Iglesia de Dios siendo llamada de un mundo oscuro y
engañado y convirtiéndose en las primicias del proceso de salvación; los
primeros seres humanos en ser llamados por Dios, engendrados por su Espíritu y
finalmente nacidos en su familia.
La Fiesta de las Trompetas
representa el regreso de Jesucristo. El regresará a la séptima trompeta para
resucitar a todos sus santos (las primicias), intervenir en los asuntos del
mundo y establecer el reino de Dios en la tierra.
El Día de Expiación representa
el momento en el que Satanás y todos sus demonios serán atados y encarcelados
durante mil años. Durante todo el tiempo en que permanezcan encarcelados, no
podrán ejercer su influencia sobre la humanidad.
La Fiesta de los Tabernáculos
representa el gobierno de mil años de Jesucristo, junto con sus santos en la
tierra, sobre aquellos que han vivido a través de los acontecimientos
devastadores que preceden a su regreso, así como sobre los nacidos después. La
salvación será ofrecida a todos los que estén vivos en ese momento.
Hasta este punto, el plan de
salvación de Dios, revelado por sus días santos, sólo cubre a aquellos que son
llamados o seleccionados por Dios antes del regreso de Jesucristo y a aquellos
que estén vivos durante el reinado milenario de Cristo.
El Último Gran Día, el séptimo
de los días santos de Dios (Levítico 23:36), revela que el plan de salvación de
Dios no termina con el Milenio. Si así fuera, la gran mayoría de la humanidad
permanecería en sus tumbas sin jamás haber tenido la oportunidad de entrar en
el reino de Dios.
Apocalipsis 20:5 afirma que
"el resto de los muertos no volvieron a vivir" hasta después de
"los mil años" (el Milenio). Hay una resurrección después del Milenio,
una segunda resurrección. Esta es una resurrección a la vida mortal para todos
los que vivieron y murieron en ignorancia espiritual, quienes nunca tuvieron la
oportunidad de conocer a Dios ni la oportunidad de acceder a la vida eterna
(versículos 11-12).
Este período de tiempo está
representado por el Último Gran Día, el día santo que sigue inmediatamente a la
Fiesta de los Tabernáculos.
UN TIEMPO DE JUICIO
A los resucitados después del
Milenio el camino de Dios les será revelado por primera vez. En Apocalipsis
20:12, dice que "los libros fueron abiertos". Estos libros son los
libros de la Biblia -la palabra Biblia significa "libros"-. Como ya
hemos demostrado, la palabra de Dios, la Biblia, ha sido un libro inaccesible
para la mayor parte de la humanidad a lo largo de la historia. Entonces será
abierta. Los que estén en esta segunda resurrección serán juzgados por la forma
en que vivan con este conocimiento (Apocalipsis 20:12). Este es el tiempo del
juicio a menudo referido como el Juicio del Gran Trono Blanco. Este es un
tiempo de juicio, no un tiempo de sentencia. El juicio toma tiempo (1 Pedro
4:17). El hecho de que también se abra el Libro de la Vida señala la
oportunidad de que los que resuciten en ese momento sean añadidos al Libro de
la Vida (versículo 12).
El valle de huesos secos
descrito en el libro de Ezequiel es una profecía con respecto a la Casa de
Israel durante este período de juicio (Ezequiel 37:1-14). En ese momento por
fin llegarán a conocer en verdad a Dios. Él también pondrá su Espíritu en ellos,
un don que no tuvieron anteriormente (versículos 13-14). Jesús enseñó que a las
personas de épocas anteriores se les dará la oportunidad de escuchar y entender
sus enseñanzas en un tiempo futuro de juicio (Mateo 11:20-24; Lucas 10:12-15).
También corrigió a los que no
le creían afirmando que la gente de la antigua ciudad de Nínive, que se
arrepintió ante la predicación de Jonás, y la reina de Saba, que viajó desde
muy lejos para escuchar la sabiduría del rey Salomón, "…se levantarán en
el juicio con esta generación y la condenarán... "(Mateo 12:41-42). Jesús
estaba hablando del período del Juicio del Gran Trono Blanco.
La verdad bíblica se revelará
por primera vez a los resucitados (Apocalipsis 20:12). Conocerán a Cristo
(Ezequiel 37:6). Podrán oír y entender la verdad de Dios (versículo 4).
Recibirán el Espíritu de Dios (versículo 14). Serán juzgados por cómo vivan sus
vidas a partir de ese momento. Este será su día de salvación.
Hay esperanza para TODA la
humanidad.
Dios no está perdiendo la
batalla por las almas de las personas. Durante el período del Juicio del Gran
Trono Blanco (representado por el séptimo de los días santos de Dios, el Último
Gran Día), la gran mayoría de la humanidad tendrá la oportunidad de conocer a
Dios y alcanzar la vida eterna.
Dios
es realmente tan poderoso y amoroso como para salvar a todos los que se rindan
a Él. Él es lo suficientemente sabio como para planear una manera para que
todos los que han vivido lleguen a conocerlo y tengan una oportunidad para la
vida eterna en su reino. Como Pablo escribió en el libro de Romanos, " Porque Dios sujetó a todos en desobediencia,
para tener misericordia de todos. ¡Oh profundidad de las riquezas de la
sabiduría y de la ciencia de Dios! ...".
(Romanos 11:32-33).
PUNTOS ESENCIALES DE ESTE
MÓDULO
·
Dios
ama verdaderamente a la humanidad y su deseo es salvar a todos
·
Sólo
a través de Jesucristo se puede entrar en el reino de Dios
·
Miles
de millones han vivido y muerto sin tener la oportunidad de conocer a
Jesucristo.
·
Hoy
no es el único día de salvación
·
Uno
debe ser llamado por Dios para conocer a Jesucristo y su verdad
·
Dios
ha dejado cerradas a propósito las mentes de la gente para que no puedan
entender su verdad en este tiempo.
·
El
Plan de Salvación de Dios es revelado a través de sus días santos
·
El
Último Gran Día representa un tiempo cuando todos aquellos que murieron en
ignorancia espiritual serán resucitados de entre los muertos y tendrán la
oportunidad de conocer a Cristo, entender su verdad y recibir su Santo
Espíritu.
·
El
periodo del Juicio del Gran Trono Blanco es el día de salvación para los
billones que no han tenido su oportunidad de salvación.
ESTUDIO AMPLIADO
·
Las
Resurrecciones
·
¿Existe
un Infierno de Fuego Eterno?
·
Los
días santos de Dios: Ayer, hoy y mañana
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