4.1 ¿RELIGIÓN O ESTILO DE VIDA?
Con más de dos mil millones de feligreses -aproximadamente un tercio del
total de la población-, el cristianismo es la religión más numerosa del mundo.
La mayoría de las personas que se declaran cristianas pertenecen a una u otra
denominación o confesión, cada una de las cuales tiene creencias y prácticas
diferentes definidas por una declaración conocida como credo.
Dentro del cristianismo, hay cientos de sectas con credos diversos y a
menudo contradictorios, que afirman derivar todos de la misma fuente, la
Biblia. Es un escenario de confusión.
A esta complejidad se suman
otras muchas creencias religiosas no cristianas, como el judaísmo, el islam, el
hinduismo, el budismo, el confucianismo, el taoísmo, la Nueva Era y sus
diversas ramificaciones. Nunca habíamos tenido a nuestro alcance un abanico tan
amplio de ideas y filosofías de fácil acceso. Mientras que algunos ven con
optimismo todas las religiones y filosofías del mundo como expresiones válidas
y necesarias de espiritualidad y consideran que hay muchos caminos hacia
"dios", otros llegan a la conclusión de que los frutos evidentes en
la historia religiosa justifican apartarse de todos esos sistemas de creencias.
Las numerosas posibilidades y
contradicciones de estas diversas religiones y filosofías mundiales han
frustrado y desconcertado a muchas personas y han dejado a otras desilusionadas
y escépticas.
El propósito de Fundamentos es
despejar la niebla de las ideas religiosas. Y aunque no pretendemos saberlo
todo, sí enseñamos el único fundamento estable y verdadero para una vida con
propósito y sentido.
DEFINICIÓN DE RELIGIÓN
¿Cómo se define la palabra
religión?
Según la Enciclopedia
Británica, la religión es "la relación de los seres humanos con aquello
que consideran santo, sagrado, espiritual o divino". Comúnmente se
considera que la religión consiste en la relación de una persona con Dios o con
dioses o espíritus. El culto es probablemente el elemento por excelencia de la
religión, pero la conducta moral, la creencia correcta y la participación en
instituciones religiosas son también elementos constitutivos de la vida
religiosa tal y como la practican los creyentes y adoradores y tal y como la
ordenan los sabios y las escrituras religiosas" ("religión", Enciclopedia
Británica, Ultimate Reference Suite, 2011).
Para la mayoría de la gente, la
forma de culto es sin duda un elemento clave de la religión, aunque hay otros:
El Diccionario Merriam-Webster
11.ª edición, define la religión como "el servicio y el culto a Dios o a
lo sobrenatural"; "el compromiso o la devoción a la fe o la
observancia religiosa"; "un conjunto personal o un sistema institucionalizado
de actitudes, creencias y prácticas religiosas"; o "una causa, un
principio o un sistema de creencias al que una persona se adhiere con ardor y
fe".
El Diccionario Conciso Oxford
de la Lengua Inglesa (11ª edición, revisada) la define como "la creencia y
adoración de un poder controlador sobrehumano, especialmente un Dios o dioses
personales"; "un sistema particular de fe y adoración";
"una búsqueda o interés mantenido con gran devoción" (énfasis
añadido).
Para la mayoría de la gente,
religión significa un sistema de creencias, un credo, o pertenecer a una
determinada confesión con una expresión específica de su fe en días sagrados,
ritos y servicios de culto.
¿Existe una definición bíblica
de religión? No se puede encontrar el equivalente preciso de la palabra
española religión en las Escrituras griegas o hebreas. La palabra griega threskeia
se utiliza en el Nuevo Testamento unas cuantas veces, pero su significado se
limita a la observancia ceremonial o el culto. Sin embargo, la Biblia sí define
lo que se espera del verdadero seguidor de Dios.
La Biblia es la manifestación
básica de la voluntad de Dios, de su mente, y describe la "religión"
de Dios simplemente como "el Camino".
Por esta razón, hemos llamado
al área de estudio que se ocupa de la voluntad de Dios "El Camino de
Dios". No se trata sólo de una etiqueta interesante, sino de una
definición con base bíblica.
La Biblia enseña que la
verdadera religión es un estilo de vida.
EL CAMINO
Cuando Moisés recapituló los
mandamientos e instrucciones de Dios con el pueblo de Israel antes de su
muerte, utilizó una expresión interesante. Dijo: "Andarás por todos los
caminos que el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que vivas y te vaya bien, y
para que prolongues tus días en la tierra que vas a poseer" (Deuteronomio
5:33).
El profeta Isaías adoptó el
mismo enfoque cuando profetizó que en el futuro se ayudaría a la gente a
entender cómo vivir. Escribió: "Vuestros oídos oirán detrás de vosotros
una palabra que dirá: 'Este es el camino, andad por él'" (Isaías 30:21).
La Iglesia de Dios del Nuevo
Testamento no es simplemente una denominación o una confesión, sino que se
identifica por seguir "el Camino."
Antes de que el apóstol Pablo
se convirtiera en discípulo de Cristo, intentó destruir a los miembros de la
nueva iglesia. El relato de Lucas sobre la persecución de Pablo a esos
conversos los describe como personas "que eran del Camino" (Hechos
9:2). El propio Pablo también confesó: "Yo perseguí este Camino hasta la
muerte…" (Hechos 22:4).
Un elocuente maestro judío
llamado Apolos es descrito como un "hombre [que] había sido instruido en
el camino del Señor" (Hch 18:25).
No todos aceptaban las
enseñanzas de la Iglesia primitiva. De hecho, "algunos se endurecieron y
no creyeron, sino que hablaban mal del Camino", y en este caso "se
armó un gran revuelo acerca del Camino" (Hch 19:9, 23).
En un momento dado, algunos
estaban tan airados con las enseñanzas de Pablo que planearon matarlo. Fue
rescatado y llevado a Cesarea, donde compareció ante el gobernador Félix. Pablo
tuvo la oportunidad de explicar sus convicciones. Dijo: "Os confieso que,
según el Camino que ellos llaman secta, así adoro yo al Dios de mis padres,
creyendo todo lo que está escrito en la Ley y en los Profetas" (Hechos
24:14; véase también el versículo 22).
Es interesante notar que los
seguidores de Cristo fueron considerados una secta desde el principio, pero el
apóstol Pablo declaró que él se consideraba un verdadero seguidor de Dios y de
su camino. Ver Estudio Ampliado Abajo: La Iglesia de Dios.
El apóstol Pedro se expresó en
un lenguaje similar cuando advirtió sobre los falsos maestros. Escribió que, a
causa de ellos, "el camino de la verdad será blasfemado", ya que
"han abandonado el camino recto y se han extraviado". Concluyó que
"más les valdría no haber conocido el camino de la justicia" (2 Pedro
2:2, 15, 21).
El Camino de Dios fue
ejemplificado en su totalidad en la vida de Jesucristo. De hecho, Jesús dijo de
sí mismo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6).
Durante su ministerio, Jesús
habló de dos caminos de vida, que comparó con dos tipos de puertas. Dijo:
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el
camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque
estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los
que la encuentran" (Mateo 7:13-14).
Según Jesucristo, el camino
correcto en la vida es el camino menos transitado. Por supuesto, es mucho más
fácil seguir un credo o pertenecer a una confesión, y luego simplemente
participar en actividades como servicios de culto, celebraciones de fiestas,
etc., que seguir "el Camino".
Algunas personas están
dispuestas a dar la vida por sus ideas y convicciones.
Sin embargo, el mayor desafío
es renunciar al pecado, superar las debilidades humanas y seguir el ejemplo de
Cristo a lo largo de toda nuestra vida.
¿NO BASTA CON SOLO CREER?
Existe la idea errónea de que
basta con reconocer que Jesús es el Hijo de Dios para obtener la salvación.
Sin embargo, Jesús enseñó que
hay que vivir de acuerdo con toda palabra de Dios (Mateo 4:4). El apóstol Pablo
escribió que "toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia" (2 Timoteo
3:16).
El apóstol Santiago habló de la
necesidad de actuar conforme a la palabra de Dios. Aconsejó: "Sed
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores" (Santiago 1:22).
Debemos vivir una vida de
obediencia a Dios; de lo contrario, nuestra religión no es más que un
espectáculo inútil, y nos engañamos a nosotros mismos. Santiago también deja
claro que la creencia por sí sola no es suficiente para la salvación; tiene que
demostrarse con obras (Santiago 2:14-19).
La Biblia enseña un estilo de
vida, que implica participación y práctica. Significa vivir una vida compatible
con la palabra de Dios, que repercute en todo lo que hacemos.
Santiago llega al corazón de la
práctica religiosa correcta cuando escribe: "La religión pura y sin mácula
delante de Dios y del Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en
sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27).
El Comentario sobre el
Conocimiento de la Biblia dice de este pasaje: "Una religión limpia e
inmaculada es aquella en la que la conducta y el carácter de uno se disciplinan
de acuerdo con la palabra de Dios. . . . Es evidente que el énfasis de Dios no
está en el ritual religioso, sino en vivir con rectitud. Santiago esbozó lo que
Dios Padre subraya: cuidar de los huérfanos y de las viudas -refiriéndose a la
conducta de uno-, y guardarse de ser contaminado -refiriéndose al carácter de
uno-… Un creyente con una "religión" que agrada a Dios, ayuda a los
necesitados y, de este modo, es intachable (lit., 'puro, sin mancha'), y se
mantiene puro (lit., 'limpio'). Esto no es una definición de religión, sino más
bien un contraste con los meros actos de culto y las observancias rituales
que comúnmente se llaman 'religión'" (la cursiva es nuestra).
Se trata claramente de un modo
de vida activo y consciente.
Lo que Dios busca no es una
muestra externa de religiosidad, sino la transformación de nuestros corazones.
No se trata sólo de un
sentimiento etéreo; significa un cambio (un giro o conversión) de pensamiento y
comportamiento: pasar de estar concentrados de manera egoísta en nuestros
propios caminos, a mirar y seguir a Dios y sus caminos. Vea el estudio ampliado
a continuación: Módulo: Arrepentimiento: El comienzo de la conversión.
Debido a que la verdadera
religión incluye la transformación de nuestras mentes, no es de extrañar que la
Biblia describa a un verdadero seguidor de Cristo como alguien que es guiado
por una nueva forma de pensar originada por un nuevo espíritu, el Espíritu de
Cristo y de Dios (Romanos 8:9, 14).
Por medio de este espíritu, el
Camino de Dios, expresado por la ley de Dios, se inscribe en nuestros corazones
o mentes (Hebreos 8:10; Ezequiel 11:19-20). Véase el estudio ampliado a
continuación: Módulo 4.4 El Espíritu Santo: El poder de Dios.
Dios nos ha dado su palabra o
libro de instrucciones, la Biblia, para que podamos aprender el Camino de Dios.
La Biblia también podría
considerarse en parte el "Manual para vivir correctamente".
¿PUEDE UNA PERSONA ESTAR
SINCERAMENTE EQUIVOCADA?
Cerca del final del Sermón del
Monte, Jesucristo dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en
el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en
los Cielos. Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no hemos profetizado
en tu nombre, expulsado demonios en tu nombre y hecho muchos milagros en tu
nombre? Y entonces les declararé: 'Nunca os conocí; apartaos de mí, los que
practicáis la iniquidad'". (Mateo 7:21-23).
Cristo estaba describiendo a
personas religiosas que incluso profetizan en su nombre pero que no ponen en
práctica la ley de Dios ni su estilo de vida. Su adoración es inútil y Él no
los conoce. De hecho, no son verdaderos seguidores:
Practican una forma de
religión, pero no el Camino de Dios.
Por extraño que parezca, a lo
largo de los siglos ha sido habitual que los que pretenden ser los defensores
de la "verdadera" religión rechacen los mandamientos de Dios y apoyen
y practiquen en su lugar enseñanzas ideadas por los hombres.
El judaísmo del primer siglo no
fue una excepción. Con el tiempo, los judíos habían desarrollado muchas
tradiciones adicionales a lo que Dios había ordenado. A veces, sus tradiciones
estaban en conflicto con la ley de Dios.
Citando al profeta Isaías,
Jesús les reprendió por esta actitud. Dijo: "Este
pueblo de labios se acerca a mí, y de labios me honra, pero su corazón está
lejos de mí; y en vano me adoran, enseñando como doctrinas mandamientos de
hombres" (Mateo 15:8-9).
Es posible adorar a Dios en
vano adorándolo según nuestras propias ideas, que no están basadas en su
verdadero conocimiento.
NUESTRA ELECCIÓN PERSONAL
El camino de vida de Dios
requiere acción, participación y un
compromiso absoluto. Implica sacrificio personal (Mateo 10:38-39, Lucas
14:25-33, Romanos 12:1-2). A menudo, las personas no están dispuestas a
renunciar a hacer las cosas a su manera. Por eso buscan algo que les parezca
bien, que les haga sentirse bien, algo que les permita seguir como están, sin
ningún cambio.
El apóstol Pablo anticipó este
enfoque entre los que profesan tener fe: "Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán
maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán de la verdad el oído y se
volverán a las fábulas" (2 Timoteo 4:3-4).
En este mundo de tanta
diversidad religiosa, no faltan maestros, sobre todo en el ámbito de la
religión. Hay tanta oferta que es excesivamente fácil buscar una religión según
nuestros propios deseos, en lugar de buscar el camino de vida de Dios. Sin embargo,
al hacerlo, no sólo comprometemos nuestra integridad, sino que cometemos el
mismo error que cometieron nuestros primeros padres, al elegir el camino que
les parecía correcto y rechazar la Palabra de Dios.
La elección correcta todavía
está disponible para aquellos que quieran encontrarla.
El Camino de Dios no es una
religión más. Se trata de una relación auténtica con Dios Todopoderoso y con su
Hijo. Es una relación que afecta la forma en que vivimos nuestras vidas cada
día. Esa relación debe establecerse en los términos de Dios y no según las
ideas falibles de los hombres.
En el resto de este módulo,
exploraremos los caminos perfectos de Dios expresados en su ley perfecta.
Quizás quede sorprendido por la profundidad e intemporalidad de la ley de Dios.
PUNTOS ESENCIALES DE ESTE
MÓDULO:
·
Para
muchos, religión significa pertenecer a una confesión o tener fe en un credo.
·
La
Biblia enseña que la verdadera religión es una forma de vida.
·
El
estilo de vida de Dios está expresado en la palabra de Dios, la Biblia.
·
La
Biblia también podría considerarse en parte como "El Manual para la Vida
Cristiana".
·
Es
posible servir y adorar a Dios en vano.
ESTUDIO AMPLIADO
·
El
Arrepentimiento: El inicio de la conversión
·
El
Espíritu Santo: El poder de Dios
·
Alimentándonos
con engaños
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