5.16  SATANAS EL DIABLO

 

La existencia literal de un ser espiritual llamado Satanás (del hebreo satan "adversario"; del griego satanas) o diablo (del griego diabolos, "calumniador, falso acusador") es, hoy en día, discutida por los teólogos. La mayoría de la gente considera que la creencia como tal es algo propio de la Edad Media o, en el mejor de los casos, algo del ámbito del ocultismo. Las muchas descripciones extrañas y oscuras de Satanás y las fábulas descaradas han contribuido sin duda a la imagen que la mayoría tiene de él: el de un personaje de cuentos de hadas y pesadillas. Y luego, por supuesto, el nombre de Satanás fue utilizado por las autoridades religiosas para reprimir a generaciones de creyentes, y para sembrar el pánico y el terror mientras lo "expulsaban por medio del fuego" y "liberaban" a la gente de su influencia.

En la historia de la religión, Satanás es descrito como la personificación del mal, la contrapartida del Dios bueno. Es la encarnación del poder negativo y se opone a todo lo bueno.

¿Es realmente Satanás un fenómeno abstracto?

Se han desarrollado varios conceptos en filosofía y psicología para explicar por qué hay tanta maldad en este mundo. Pero fuera del ámbito religioso, la creencia de que Satanás es un ser real es descabellada, absurda y considerada por algunos como malvada y perversa en sí misma.

En este programa de estudios, tratamos de arrojar luz sobre los temas desde un punto de vista bíblico "ilustrado", evitando la mitología y las preferencias personales en nuestra búsqueda de comprensión. La base de nuestro razonamiento es la confianza en la palabra inspirada de Dios. Así, en este módulo, buscaremos cuidadosamente en la Biblia lo que Dios tiene que decir sobre la existencia de Satanás. Ver estudio ampliado más abajo: Estudio bíblico: Escuchar a Dios.

Aunque el propósito de Dios al enseñar acerca de Satanás no es asustar a la gente para que obedezca, sí quiere que seamos conscientes de la peligrosa realidad de este ser.

Es una aparente paradoja que la enseñanza "cristiana" haya producido un vasto número de personas religiosas bien intencionadas durante los últimos 2.000 años, y que al mismo tiempo el mundo haya experimentado una profunda maldad.

¿Por qué, después de todos estos milenios, no es éste todavía un mundo de rectitud, prosperidad y bienestar para todos?

La gente quiere tener paz, felicidad y bienestar. Podemos suponer sin temor a equivocarnos que la mayoría de la gente realmente desea que esto sea cierto para todos, no sólo a nivel personal.

Y aunque en muchos aspectos la humanidad ha progresado notablemente, no parece que seamos capaces de crear un mundo en el que la felicidad universal sea la realidad cotidiana.

¿Puede explicarse lo suficiente tanta maldad en este mundo atribuyéndola únicamente a poderes humanos malignos?

¿La culpa es de quienes controlan nuestras sociedades o quizá de quienes tienen intenciones criminales? ¿O hay algo más en esta historia? Por supuesto, debemos tener cuidado de no insinuar que todo el mal puede achacársele a Satanás, pero más adelante en este estudio mostraremos qué parte le corresponde como poder influyente entre bastidores.


EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO

La Biblia revela un mundo espiritual compuesto tanto por seres que son justos como por otros que son malvados. El libro de Hebreos nos dice que Dios creó a los ángeles, y que algunos son enviados para ayudar a los seres humanos llamados por Dios según su gran plan maestro de salvación (Hebreos 1:7, 13-14).

Los ángeles estaban presentes cuando se creó la tierra. Dios preguntó a Job: "¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento. ¿Quién determinó sus medidas? Porque tú lo debes saber. ¿O quién extendió sobre ella un cordel? ¿Sobre qué están afirmados sus cimientos? ¿Quién puso su piedra angular, cuando cantaban juntas las estrellas del alba y gritaban de alegría todos los hijos de Dios? (Job 38:4-7).

El término "estrellas de la mañana" se utiliza aquí como símbolo de los ángeles. Puesto que los ángeles fueron creados por Dios, también son "hijos de Dios". Fueron creados antes de que se pusieran los cimientos de la tierra y antes de que Adán y Eva fueran creados.

Dios creó a los ángeles antes que a Adán y Eva.

El relato de la creación está registrado en los dos primeros capítulos del Génesis: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo. Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Génesis 1:1-2).

Todo lo que Dios crea es perfecto y bueno: ése es el sentido de la palabra hebrea bara (creado). Pero aquí leemos que la tierra estaba " desordenada y vacía". Las palabras hebreas correspondientes son tohu y bohu (en confusión y vacía). Como expresión, describe un mundo en una condición de caos total. Si Dios creó un mundo perfecto, entonces tiene que haberse vuelto caótico entre la creación original (versículo 1) y la triste condición descrita en el versículo 2. Hay apoyo para traducir "estaba" (verbo hebreo, hayah) en "estaba desordenada y vacía" como "llegó a estar desordenada y vacía". Hayah significa "existir, es decir, estar, ser o llegar a ser, suceder". Puede referirse a una condición diferente de la previa.

En el capítulo 2 versículo 7, la expresión "llegó a ser" procede de la misma palabra hebrea que "estaba" en el capítulo 1:2. De forma similar, en el capítulo 19:26 se traduce como "llegó a ser". Del mismo modo, el capítulo 19:26 traduce una forma verbal de hayah como "llegó a ser" cuando la mujer de Lot "se convirtió en estatua de sal".

Además, Dios dijo a Isaías que no había creado la Tierra "en vano" (Isaías 45:18). El hebreo aquí es tohu como en Génesis 1:2. Dios no creó la tierra en un estado de confusión. ¿Qué causó entonces que la tierra se volviera "desordenada y vacía"?

El apóstol Pedro dijo que hubo ángeles que pecaron y que Dios "habiéndolos arrojado al infierno" (griego tartaroo, Tártaro, un lugar de confinamiento) "en prisiones de oscuridad, los entregó a ser reservados para el juicio…" (2 Pedro 2:4). Estos ángeles no permanecieron dentro de la esfera de responsabilidades que les correspondía en la tierra (véase Judas 6). Debido a su rebelión contra Dios, fueron castigados con la reclusión hasta el Día del Juicio.

Puesto que la tierra se volvió " desordenada y vacía" antes de que Adán y Eva fueran creados, ¿podría haber sido el resultado del pecado cometido por los ángeles? Ellos fueron creados como agentes morales libres (no se les impidió pecar) y se les permitió elegir la obediencia a Dios o el pecado de rebelión. Véase el estudio ampliado más abajo: Módulo 2(1.1.5).4 ¿Quiénes son los ángeles?

Por otros pasajes de las Escrituras, sabemos que los ángeles tienen diferentes funciones y responsabilidades. Por ejemplo, el ángel Gabriel se apareció al sacerdote Zacarías, para anunciarle el acontecimiento de la concepción de Juan el Bautista, (Lucas 1:19) y a María, la madre de Jesús, con las buenas nuevas para ella (Lucas 1:26-33).

Judas (versículo 9) menciona que el arcángel Miguel disputó una vez con el diablo sobre el cuerpo de Moisés, pero que este respetó su autoridad.

¿Quién es este diablo? ¿Lo creó Dios como un ser maligno?


EL ORIGEN DE SATANÁS, EL DIABLO

Dios nos da pistas sobre el origen del diablo a través de los escritos de dos profetas. Isaías escribió sobre un rey de Babilonia que había trastornado la tierra (Isaías 14:3-4). Era un hombre de espíritu belicista. Su filosofía era la del diablo. De repente, en el versículo 12, el tema cambia del rey de Babilonia a un gran ser angélico con las cualidades de un portador de luz que aspiraba a derrocar a Dios y fracasó:

Cómo has caído del cielo, oh lucero, hijo de la mañana! Has sido derribado al suelo, tú que debilitabas a las naciones. Tú has dicho en tu corazón: ‘Subiré al cielo en lo alto; hasta las estrellas de Dios levantaré mi trono y me sentaré en el monte de la asamblea, en las regiones más distantes del norte. Subiré sobre las alturas de las nubes y seré semejante al Altísimo’." (versículos 12-14).

El rey de Babilonia no era un "Lucifer" (en latín, "portador de luz") y no había caído del cielo. Esto es lenguaje figurado. La actitud y rebelión del rey de Babilonia tipificaba a un ser llamado "Lucifer" o " Lucero de la mañana" en algunas traducciones. La palabra hebrea usada aquí esheylel. Significa "el que brilla" o "el brillante" y se aplicaba a Venus como la estrella de la mañana que introducía la luz del día. Véase el estudio ampliado más abajo: Módulo 3.1.3 Comprender las figuras retóricas.

Este portador de luz, sin embargo, tenía una actitud jactanciosa. Quería destronar a Dios. Nótese que la actitud de "yo haré, para mí" aparece cinco veces en el pasaje anterior, mostrando su orgullo y egocentrismo. Tal actitud lo llevó al pecado de rebelión contra el Dios creador.

En un lenguaje figurativo similar, Ezequiel 28:2 describe al príncipe de Tiro. La figura o tipo humano aparentemente cambia al opuesto o antitipo satánico (metafóricamente el "rey de Tiro") en el versículo 12, donde Dios dice:

" ¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de completa hermosura! Estabas en el Edén, el jardín de Dios; tu vestidura era de toda clase de piedras preciosas… Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores. Estabas en el santo monte de Dios, y andabas en medio de piedras de fuego. Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad." (versículos 12-15).

Esto no puede ser una descripción de un ser humano como el príncipe de Tiro. Ningún ser humano que no sea Jesucristo podría ser descrito como perfecto. Como muestra la Escritura, se trataba de un querubín ungido, un ser angélico, que estaba en el Edén, el jardín de Dios. Este querubín descrito en lenguaje figurado estaba en el monte santo de Dios, en el trono de Dios. En Éxodo 25:17-20, aprendemos que el propiciatorio en el arca del pacto, sobre el cual Dios aparecía y daba instrucciones a su pueblo, estaba cubierto o resguardado por tales querubines, reminiscencia de su trono celestial.

Isaías 14 y Ezequiel 28 nos dan una idea de la posición original de Satanás como uno de los más prominentes de todos los ángeles.

Por su propia elección, su naturaleza cambió al orgullo y condujo a su caída.

Dios no creó a este ser como una entidad maligna. La Biblia es muy clara al afirmar a lo largo de sus páginas que todo lo bueno procede de Dios (véase, por ejemplo, Santiago 1:17).

¿Cómo se convirtió Lucifer, el querubín ungido, en Satanás, el diablo?

"Lucifer" Permitió que los deseos egoístas, la búsqueda de gloria personal, la vanidad y el ansia de poder dominaran su carácter. Se volvió envidioso de la autoridad y el poder de Dios y trató de tomar el control. Dejó de ser un "portador de luz" para convertirse en un adversario, un agresor, un competidor y un enemigo. Al parecer, convenció a un tercio de los ángeles para que le siguieran en rebelión contra el trono de Dios (véase Apocalipsis 12:4, donde las "estrellas" simbolizan de nuevo a los ángeles). Los ángeles pecadores pasaron a ser conocidos como demonios.

Si afirmamos creer en la Biblia, también debemos aceptar la existencia de Satanás y los demonios.

Por su rebelión contra el gobierno de Dios, un ángel magnífico se transformó en un ser maligno con una naturaleza muy destructiva. La caída de "Lucifer" y sus seguidores, descrita en Apocalipsis 12, provocó una convulsión caótica que podría haber dado lugar a los destrozos que vemos en el universo circundante.

Todos los escritores del Nuevo Testamento reconocen la existencia de Satanás. Jesús mismo dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo" (Lucas 10:18). Aunque limitado en poder y autoridad (Job 1:12; 2:6), por ahora el diablo sigue en su posición de gobernante de este mundo (Juan 14:30). También es el "príncipe" o gobernante de los demonios, los ángeles caídos (Mateo 12:24-28).

Adán podría haber reemplazado al diablo como gobernante de esta tierra, pero fracasó debido a su pecado. El segundo Adán, Jesucristo, triunfó cuando resistió la tentación de Satanás. Esa victoria triunfal está registrada en Mateo 4:

"Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. Y le dijo: "Todo esto te daré si te postras y me adoras". Entonces Jesús le dijo: "¡Fuera de aquí, Satanás! Porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás." Entonces el diablo le dejó, y he aquí vinieron ángeles y le servían" (versículos 8-11).

Jesús no cuestionó el hecho de que el diablo tuviera autoridad sobre todos los reinos del mundo. Él todavía tenía esa autoridad, pero Jesús calificó para reemplazar al diablo cuando resistió toda tentación de pecar. Sin embargo,  Jesús todavía no se ha convertido en el gobernante de este mundo como Rey de reyes y Señor de señores. Eso sucederá cuando Él regrese a esta tierra como lo prometió. Ver estudio ampliado más abajo: El reino de Dios.


LA OBRA DE SATANAS

Mientras tanto, Satanás está ocupado llevando a cabo su trabajo como el gobernante invisible de este mundo. Así como tentó a Jesús para que pecara, también tienta a los seres humanos para que pequen contra Dios.

Como Jesús enseñó a sus discípulos, debemos incluir este concepto en nuestras oraciones: "Y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del maligno" (Mateo 6:13). El "maligno" es Satanás el diablo, el tentador.

La tentación es el arma más poderosa del diablo. A menudo se le llama "tentador" en el Nuevo Testamento (Mateo 4:3; 1 Tesalonicenses 3:5).

Satanás es también un gran engañador. El apóstol Pablo dijo que Eva fue engañada por un ser semejante a una serpiente que en realidad era Satanás disfrazado (1 Timoteo 2:14). Satanás sigue engañando al mundo entero (Apocalipsis 12:9). El apóstol Juan dijo que el mundo entero yace bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19).

Su engaño más exitoso es que hace creer al mundo que él no existe.

Para engañar a la gente, Satanás puede transformarse y aparecer como un "ángel de luz" (2 Corintios 11:13-15). Pablo lo identificó además como el "dios de este siglo" que ha dejado ciega a la gente para que no vea "la luz del evangelio de la gloria de Cristo" (2 Corintios 4:3-4). Según Cristo dijo en la parábola del sembrador, Satanás es el que arrebata la verdad sembrada en el corazón de la gente (Marcos 4:15).

Pablo dijo a la iglesia de Tesalónica que un futuro "hombre de pecado" recibirá poder de Satanás para hacer milagros. Muchos serán engañados (2 Tesalonicenses 2:1-4, 9-12). Las profecías del libro de Apocalipsis describen la influencia que Satanás tendrá sobre el mundo en el futuro. En Apocalipsis 13:2-8 a un líder político llamado la "bestia" se le da poder y autoridad de parte de Satanás. Hace la guerra a los "santos", los seguidores de Jesucristo.

Jesús dijo que Satanás es el padre de la mentira y "homicida desde el principio" (Juan 8:44). Engañó al rey David para que hiciera un censo, en lugar de confiar en Dios (1 Crónicas 21:1). Más tarde, Satanás se opuso al sumo sacerdote Josué (Zacarías 3:1). Impidió la obra de Dios que Pablo estaba realizando (1 Tesalonicenses 2:18). En el futuro, su estrategia será hacer la guerra contra el pueblo de Dios en un último esfuerzo para frustrar el plan de Dios. En Apocalipsis 12:13-17 se describe su futura persecución contra la Iglesia. Todos sentimos en cierta medida el efecto del poder del diablo.

La ceremonia del Antiguo Testamento en el Día de la Expiación nos muestra que todos los pecados del pueblo de Israel eran colocados sobre la cabeza de un macho cabrío que era enviado al desierto. Esta es una imagen de Satanás, quien finalmente será preso (Levítico 16:21, Apocalipsis 20:2). Ver estudio ampliado más abajo: El macho cabrío de Azazel: ¿Qué representa? y El día de Expiación.

Satanás es responsable por su participación en influenciar y engañar a la gente.


EL PLAN DE BATALLA

Como seguidores de Jesucristo tenemos que estar conscientes de que estamos enfrascados en una batalla espiritual. No es algo que haya que temer, porque Dios pone límites a los ataques de Satanás, como muestra el ejemplo de Job, el patriarca del Antiguo Testamento (Job 2:6). Sin embargo, es cierto que Satanás es "el príncipe de la potestad del aire" (Ef. 2,2). En ese sentido, es capaz de propagar actitudes egoístas, pensamientos erróneos y emociones que confunden a las personas o las hacen pecar.

Si estamos "sintonizados" en una determinada longitud de onda podemos oír (radio) y ver (televisión) lo que "está en el aire". Si comprendemos que no todas las ideas extrañas que nos vienen a la cabeza son necesariamente de nuestra propia inspiración, entonces ya tenemos instalado un útil "filtro" contra las malas influencias de Satanás.

Como protección contra las astutas estrategias de Satanás, Dios nos ofrece armadura y armas espirituales. El apóstol Pablo animó a los efesios a " revestirse de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" (Efesios 6:11). En Efesios 6:13-18 se describe esta protección que está disponible gratuitamente para aquellos que decidan utilizarla.

La armadura espiritual de Dios incluye el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado para difundir el Evangelio de la paz, el yelmo de la salvación, la espada de la palabra de Dios y el escudo de la fe.

La oración también forma parte de nuestra defensa contra las artimañas del diablo. Jesús oró por Pedro y también para que sus seguidores fueran guardados del maligno (Lucas 22:31-34, 46; Juan 17:15). Jesucristo puede ayudarnos a resistir las tentaciones de Satanás el diablo. Necesitamos orar por ayuda para resistir tal influencia. Vea el estudio ampliado más abajo: Módulo 4.2.1 Oración: Hablar con Dios.

El apóstol Pedro nos anima a levantar un muro de resistencia y de vigilancia: "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. Resistidle, firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo." (1 Pedro 5:8-9)

Como un león rugiente, el plan de Satanás es devorar a los que siguen el camino de Dios. "Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros" (St. 4,7-8). Esto muestra claramente que no estamos entregados a la influencia de Satanás. Podemos ganar la batalla gracias al poder de Dios.

La clave es: la sumisión a Dios conduce a resistir contra Satanás.

Podemos comprobar por experiencia práctica que la sumisión a Dios proporciona la resistencia más necesaria y poderosa contra el diablo. Si aplicamos este principio, no tendremos que preocuparnos día y noche por nuestra batalla contra el maligno.


EL DESTINO DE SATANÁS

La influencia destructiva de Satanás y su dominio del mundo no durarán para siempre. Su reinado tendrá un final (Apocalipsis 12:12). No puede haber paz duradera en la tierra mientras el diablo tenga libertad para crear discordia. El derrocamiento de Satanás se describe en el libro del Apocalipsis:

"Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo." (Apocalipsis 20:1-3).

El destino de Satanás es ser encarcelado por mil años, liberado por un corto tiempo y luego suprimido para siempre, él será figurativamente "arrojado al lago de fuego preparado para el diablo y sus ángeles", como dijo Cristo (Mateo 25:41). Debido al sacrificio de Cristo, Satanás finalmente se quedará sin poder (Hebreos 2:14-15). El Hijo de Dios también se manifestó para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8). Una vez que Jesucristo cumpla ese propósito, la paz vendrá sobre toda la tierra. Vea el estudio ampliado más abajo: Módulo 1.1.6 El Milenio: Restauración del Gobierno de Dios.

 

 

PUNTOS ESENCIALES DE ESTE MÓDULO:

·         La Biblia revela que existen seres espirituales: ángeles buenos y espíritus malignos.

·         La Biblia habla de un ser existente llamado Satanás el diablo.

·         No hay necesidad de temer a Satanás, pues Dios provee la protección que necesitamos.

·         Satanás trabaja a través de la tentación, el engaño y la influencia maligna.

·         La sumisión a Dios lleva a la resistencia contra Satanás. Satanás eventualmente será removido de su dominio sobre la tierra.

 

ESTUDIO AMPLIADO

·         El Milenio: Restauración del Gobierno de Dios

·         El Día de Expiación

·         El macho cabrío de Azazel: ¿Qué representa?

·         Comprendiendo las figuras del lenguaje

·         La oración: Hablar con Dios

·         El estudio de la Biblia: Escuchar a Dios

 

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