5.2 MARÍA, LA MADRE DE JESÚS


Durante la temporada navideña, la gente escucha el conocido relato del papel de María como madre de Jesús. La historia popular utiliza hechos de los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas en el Nuevo Testamento, pero resulta asombroso que muy poco de lo que se cree popularmente sobre María proceda en realidad de la Biblia.

Las tradiciones no bíblicas y los falsos dogmas sobre María se desarrollaron posteriormente a lo largo de los siglos.

Veamos, pues, lo que la Biblia establece de forma clara sobre María. Lucas menciona específicamente la exactitud de su relato y es posible que obtuviera su información de la propia María. La historia comienza cuando un ángel anuncia al sacerdote Zacarías que su esposa Elisabet iba a dar a luz milagrosamente a un hijo que se llamaría Juan (Lucas 1:5-25). Más tarde llegaría a ser conocido como Juan el Bautista.

Fue durante el sexto mes de embarazo de Elisabet cuando un ángel se apareció también a María, quien vivía en Nazaret. Aunque estaba "desposada" o comprometida con José, María seguía siendo virgen (Lucas 1:34). El ángel le dijo:  

" ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.... María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un Hijo, y llamarás su nombre Jesús.  Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. . . El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:28-35, Versión Reina Valera 2015 en todas las citas a menos que se indique lo contrario).

Jesús fue concebido milagrosamente por el Espíritu Santo antes de que María mantuviera relaciones sexuales con José (Mateo 1:18-25). Él "no la conoció [sexualmente] hasta que dio a luz a su Hijo primogénito" (versículo 25).

Dios concedió una gran bendición a María al elegirla para dar a luz al Hijo de Dios. Más tarde, María fue a visitar a su pariente Elisabet, que "exclamó a gran voz y dijo: 'Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre'". (Lucas 1:42). Sin embargo, María seguía siendo humilde, como demuestra su cántico, recogido en Lucas 1:46-55. Comienza así: "Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador." (versículos 46-47).

María reconoció que, como todos los seres humanos que han pecado (Romanos 3:23), necesitaba un Salvador.

Dijo que Dios, su Salvador, había "mirado la bajeza de su sierva" (versículo 48).

Durante su viaje a Belén, donde nació Jesús y donde más tarde fue visitada por los pastores, "María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón" (Lucas 2:19, 51). Aunque no comprendía todo lo que ocurría en su vida, confiaba en que, a la larga, Dios se lo aclararía todo.

Después del nacimiento de Jesús, María y José tuvieron que cuidar a su hijo. Además de los deberes normales del cuidado de los niños, tuvieron que protegerlo de la amenaza del rey Herodes, que había oído hablar de un nuevo "Rey de los judíos" que nacería en Belén y, por tanto, quería matar a todos los bebés que nacieran allí. Los nuevos padres tomaron a su hijo y huyeron a Egipto, y solo regresaron con él a Nazaret una vez muerto Herodes (Mateo 2:1-23).

María y José eran celosos cumplidores de la ley que Dios había dado a Israel. Por eso circuncidaron a Jesús ocho días después de su nacimiento (Lucas 2:21). También obedecieron la ley relativa a la purificación y redención del primogénito varón (Lucas 2:22-24, 27; Levítico 12; Números 18:15-16).

En la Biblia no se dan muchos detalles sobre la primera infancia de Jesús. Simplemente se nos dice que " Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él." (Lucas 2:40). Sin duda, los conocimientos y la sabiduría de Jesús se debieron en parte a la formación que María y José le proporcionaron durante aquellos primeros años. Cuando Jesús tenía 12 años, ya era capaz de asombrar a los eruditos del templo con su habilidad para discutir la palabra de Dios (Lucas 2:46-47).

Allí lo encontraron sus padres después de buscarlo ansiosamente durante tres días. Se había separado de su familia y estaba concentrado en la discusión con los eruditos. "Descendió con ellos y fue a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres. " (Lucas 2:51-52).


LA FE DE MARÍA EN SU HIJO

Jesús era muy consciente de su origen y de la misión que le había encomendado su Padre celestial. Incluso a la edad de 12 años, tenía un fuerte deseo de "ocuparse de los asuntos de [su] Padre" (Lucas 2:49).

Ese deseo le fue señalado de nuevo a María cuando realizó su primer milagro en la ciudad galilea de Caná al convertir el agua en vino (Juan 2:1-12). En una fiesta de bodas, las provisiones de vino se habían agotado. María vio la necesidad y quiso ayudar. Explicó la situación a su hijo, quien respondió: "¿Qué tiene que ver eso conmigo y contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora." (versículo 4).

Aunque Jesús no se dirigió a María como "Madre", el término Mujer era cariñoso en aquella época. Jesús respetaba a su madre, pero tenía una misión más importante que la de proporcionar vino para un banquete de bodas. Todavía no había llegado el momento de que llevara a cabo milagros en su ministerio público.

La fe de María en la capacidad de su hijo para resolver el problema queda ilustrada por sus instrucciones a los sirvientes: "Hagan todo lo que él les diga." (versículo 5). Jesús realizó entonces el milagro de convertir más de 120 galones de agua en vino.

Después de aquel acontecimiento en Caná, Jesús " … descendió a Capernaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos; y se quedaron allí no muchos días. " (versículo 12)


¿ TUVO MARÍA MÁS HIJOS?

La Biblia indica que María no permaneció virgen perpetuamente, como algunos creen. Después de que un ángel revelara a José que la concepción de María había sido por obra del Espíritu Santo, José "tomó a su mujer, y no la conoció [sexualmente] hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre Jesús" (Mateo 1:24-25).

Puesto que Jesús es llamado el primogénito de María, se sobreentiende que después le nacieron otros hijos.

Hay otro relato que lo verifica. Cuando Jesús regresó a su ciudad natal de Nazaret durante su ministerio, la gente se asombró al oír a un hombre que había crecido entre ellos. Preguntaron: "'¿De dónde le vienen a este estas cosas? ¿Qué sabiduría es esta que le ha sido dada? ¡Cuántas obras poderosas son hechas por sus manos! ¿No es este el carpintero, hijo de María y hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también sus hermanas aquí con nosotros?" (Mc 6, 2-3).

La Biblia menciona los nombres de los hijos e hijas de María. A veces se afirma que no eran hermanos, sino primos. Pero la palabra griega para "hermano" en Marcos 6 es adelphos. En Colosenses 4:10 se utiliza una palabra griega diferente (anepsios) para "primo".

No hay pruebas de que José tuviera hijos de un matrimonio anterior.

Los judíos consideraban el matrimonio una institución divina, y tener hijos era una bendición de Dios. Según Marcos 6:3, María fue madre de cinco hijos y al menos dos hijas. Esa era la familia en la que creció Jesús. Pero durante su ministerio, consideró a sus seguidores como miembros de una familia ampliada.


LA FAMILIA FÍSICA Y LA FAMILIA ESPIRITUAL DE JESÚS

En un momento en el que Jesús era perseguido y acusado falsamente, su madre y sus hermanos se preocuparon por su bienestar. Llegaron a la casa donde residía: " Una multitud estaba sentada a su alrededor; y le dijeron: 'Tu madre y tus hermanos y hermanas están fuera, preguntando por ti'. Él respondió: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: "¡Aquí están mi madre y mis hermanos! Todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre" (Marcos 3:31-35, Nueva Versión Estándar Revisada). Aunque Jesús amaba y respetaba a su madre física y a sus hermanos y hermanas, su principal preocupación era la familia espiritual que seguía sus enseñanzas.

El registro bíblico del papel de María en la vida de Jesús es sólo incidental a medida que el ministerio de Jesús se vuelve predominante en los Evangelios.

Sin embargo, hay indicios que muestran que María, como madre, se interesaba por lo que hacía su hijo. En el momento de la crucifixión de Jesucristo, ella estaba entre el grupo de discípulos que le seguían. ¿En qué pensaba mientras veía morir a su hijo de una manera tan atroz? ¿Recordaba quizás la predicción de Simeón poco después del nacimiento de Jesús?

Cuando Jesús había sido llevado al templo para ser consagrado a Dios, "Simeón los bendijo, y dijo a María su madre: He aquí, este es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha, para que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones. Y una espada traspasará tu misma alma. '" (Lucas 2:34-35). El dolor y la angustia de María debieron ser como una espada que atravesara su corazón.

Como José no se menciona en los relatos evangélicos de la crucifixión de Jesús, es muy probable que muriera algunos años antes. Pero Jesús se preocupó por la mujer que lo había criado desde su infancia. Se dio cuenta de que, como hijo mayor de la familia, tenía la responsabilidad de proveer para su cuidado después de su muerte.

Al verla, junto con Juan, desde el madero de la crucifixión, cumplió esa responsabilidad diciendo: "Mujer, he ahí tu hijo". Luego dijo al discípulo Juan: "He ahí tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa" (Juan 19:26-27).


MÁS ALLÁ DE LA BIBLIA

Cuando los discípulos se reunieron en Jerusalén después de que Jesús ascendiera al cielo, estaban "con las mujeres y con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de él." (Hch 1,14). Esta es la última referencia a María en las Escrituras, aunque su hijo Santiago, el hermano de Jesús, se menciona varias veces a lo largo del libro de los Hechos, sobre todo cuando la narración se centra en la iglesia de Jerusalén.

Pero si esto es todo lo que la Biblia nos dice sobre María, ¿de dónde surgieron ideas y doctrinas como la Asunción, la Inmaculada Concepción y María como corredentora? Veamos las ideas asociadas a la Asunción de María para empezar a comprender los orígenes de estas enseñanzas y cómo difieren de las enseñanzas bíblicas.


¿QUÉ LE OCURRIÓ A MARÍA DESPUÉS DE MORIR?

La Iglesia Católica enseña que el cuerpo de María no permaneció en la tumba para descomponerse y podrirse. Por el contrario, dicen que fue levantada de la tumba poco tiempo después de su muerte. Creen que su cuerpo y su alma se reunificaron antes de ser llevados al cielo, donde fue entronizada como Reina del Cielo a la derecha de Jesucristo. La Enciclopedia Católica reconoce que este dogma no procede de la Biblia, señalando la importancia del "testimonio externo y la enseñanza de la Iglesia" para establecer la idea.

"Reina del cielo" era un título de la diosa madre, a la que se rendía culto siglos antes de que naciera María (véase Jeremías 7:17-20).

Desde los tiempos de la diosa babilónica Semiramis y su hijo Tammuz, muchas naciones han adorado a una diosa madre bajo diversos nombres. Ese tipo de culto pagano se trasladó a María a lo largo de los siglos, a medida que evolucionaban la devoción y el culto marianos. Para proporcionar una justificación bíblica a la enseñanza, la Iglesia católica presenta a María como la madre espiritual de todos, "la nueva Eva", basándose en las explicaciones de Pablo a los corintios en relación con Jesús, a quien Pablo caracterizó como el nuevo Adán (1 Corintios 15:22). Sin embargo, el intento de relacionar a María con Eva del mismo modo en el que Pablo relaciona a Cristo con Adán es erróneo, ya que Eva era la esposa de Adán, no su madre.

La idea de María como una santa figura maternal sin pecado, exenta de la pena de muerte, alcanzó su punto culminante en 1950, cuando el Papa Pío XII proclamó que su cuerpo no se había corrompido, sino que había sido llevado al cielo. El núcleo de esta creencia es la enseñanza de que el alma es inmortal. Sin embargo, una lectura cuidadosa de las Escrituras revela que el alma es mortal y no es consciente después de la muerte (Eclesiastés 9:5, 10). Véase el estudio ampliado a continuación: Módulo 1.7.1 ¿Quién y qué es el hombre?

El apóstol Pablo dijo que "los muertos en Cristo" están "dormidos" en la tumba esperando la resurrección (1 Tesalonicenses 4:13-17). Ver estudio ampliado más abajo: Módulo 2.(1.2.11).1 Las Resurrecciones.

No hay ninguna escritura que siquiera sugiera que María fuera una excepción, que ella fuera "asunta al cielo". Basándonos en la Biblia, ella continúa muerta hasta la resurrección.


¿ES MARÍA LA MADRE DE DIOS?

Uno de los títulos por los que se conocía a la Isis egipcia es "madre de Dios". En el catolicismo, María es llamada Madre de Dios. Ese título se originó en el Concilio de Éfeso celebrado en el año 431 de nuestra era, y aparece en el Credo de Calcedonia, que fue adoptado en el año 451 de nuestra era.

Pero la Biblia no se refiere en ninguna parte a María como la Madre de Dios. Ella fue la madre de Jesús, que vino como Hijo de Dios, engendrado del Espíritu Santo.

María dio a luz a Jesús, el ser humano. Los atributos divinos de Jesús procedían de Dios, su Padre, mediante el engendramiento por el Espíritu Santo.

El apóstol Pablo dijo que, para su época, Jesucristo era el único que había recibido la inmortalidad (1 Timoteo 6:13, 16). Juan, al escribir su relato evangélico a finales del siglo I, también señaló que nadie más que Jesucristo había ascendido al Padre (Juan 3:13). Por tanto, María no fue una excepción. Seguía muerta y en la tumba. Y si está verdaderamente muerta, no puede oír la recitación repetitiva del "Ave María" u otros rezos.

Jesucristo enseñó a sus seguidores a dirigir sus oraciones a "nuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 6:9).

También dijo que debíamos evitar las vanas repeticiones (versículo 7).

Por tanto, rezar a María para que interceda no es bíblico. Como no está con Jesús en el cielo, sino que sigue muerta, no puede actuar como mediadora entre los seguidores de Cristo y Dios el Padre. Además, Pablo dijo que sólo hay "un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). No hay ninguna autoridad bíblica para la creencia de que María está en paridad con Jesús y es corredentora.

Pero si gran parte de lo que se enseña y se cree popularmente sobre María no es bíblico, ¿Cómo llegó a estar tan extendido?

Incluso en la época de la Iglesia primitiva, abundaban las interpretaciones divergentes de las Escrituras. La mayoría de la gente entendía pobremente el mensaje de las Escrituras y comenzó a interpretarlas a través del prisma de la filosofía griega, planteando así cuestiones que se basaban en un criterio metafísico erróneo. Pero la filosofía es, por su propia naturaleza, incompatible con la Biblia. Así, en un tiempo relativamente corto, se abrió un gran abismo entre la enseñanza bíblica y la creencia popular, que dio lugar, entre otras cosas, a las tradiciones y dogmas no bíblicos relativos a la veneración e importancia de María.

Si bien no se debe adorar a María, es justo y apropiado reconocer su ejemplo de humildad y obediencia como madre amorosa de Jesús, el Hijo de Dios. Como dijo su parienta Elisabet, era "bendita entre las mujeres" (Lucas 1:42).

Otra mujer reconoció el mismo hecho durante el ministerio de Cristo. Mientras enseñaba a la gente, "una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: 'Bendito el vientre que te llevó y los pechos que mamaste'. Pero Él le contestó: " Más bien, bienaventurados son los que escuchan la palabra de Dios y la guardan" (Lc 11, 27-28).

María fue bendecida, pero también lo son todos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.

 

PUNTOS ESENCIALES DE ESTE MÓDULO:

·         María fue bendecida en gran manera al ser elegida para dar a luz a Jesús.

·         María no permaneció virgen perpetuamente. Jesús tuvo cuatro hermanos y al menos dos hermanas.

·         María no ascendió al cielo.

·         María no es llamada "la Reina del Cielo" o "la Madre de Dios" en la Biblia.

·         Rezar a María por intercesión no es bíblico y no tiene ningún valor.

·         María fue bendecida, pero también lo son todos aquellos que obedecen la Palabra de Dios.


ESTUDIO AMPLIADO PARA ESTE TEMA

·         Jesucristo: Ayer, Hoy y Mañana

·         Las Resurrecciones

Para comprender más completamente los fundamentos de ideas como la Inmaculada Concepción y María como corredentora, por favor consulte los siguientes artículos de números anteriores de Visión.

·         El origen del mal

·         Crisis de identidad

·         El cáliz envenenado de Agustín

·         Las sombras de Agustín

·         Platón y sus marionetas

·         La fe filosófica

·         La concepción original del pecado original

·         Orígenes: El cristiano platónico

·         Las enmarañadas raíces del cristianismo

·         Hebraístas y helenistas

·         Auge y auge de la Reina del Cielo

·         La ortodoxia: ¿Otra herejía más?

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