1.2 PRINCIPIOS BÁSICOS DEL ESTUDIO DE LA BIBLIA
Como sugiere el
título de este módulo, nuestro objetivo es identificar los principios básicos.
Debemos reconocer desde el principio que:
1. Estamos estudiando el manual de
instrucciones de Dios para la humanidad.
2. El libro fue escrito
originalmente en hebreo, arameo y griego.
Es importante tener
en cuenta que estamos estudiando lo que Dios tiene que decir y también darnos
cuenta de que lo que leemos en español (o en cualquier otro idioma moderno) no
es el lenguaje original. Esto significa que no debemos descuidar el significado
y la audiencia originales. Estar dispuesto a recibir enseñanza es otro
requisito importante para estudiar la Biblia con éxito. El tesorero etíope
mencionado en Hechos 8:30-31 - muy probablemente un hombre culto -, entendió
este principio y pidió humildemente que se le enseñara. Por otro lado, el
ejemplo de los escribas y fariseos obstinados y santurrones debería ser una
advertencia para todos nosotros: aunque ellos estudiaban las Escrituras a
profundidad todos los días, no escucharon lo que Dios tenía que decirles
personalmente, rechazaron las enseñanzas de Jesús, el Cristo, y fracasaron en
llegar a la compresión (Mateo 23:27-28; Juan 8:19, 54-55).
Para acercarse
correctamente a la Biblia se requiere de una mente humilde y abierta, con un
deseo de comprensión clara. Dios nos la proporcionará si estamos dispuestos a
actuar de acuerdo con lo que Él enseña.
Una mente
testaruda encontrará en la Biblia lo que quiere encontrar ¡pero no
necesariamente la verdad!
¿POR QUÉ
ESTUDIAR LA BIBLIA?
¿Es relevante la
Biblia para la vida moderna? ¿Ofrece respuestas a los problemas que afrontan
todos los hombres, mujeres y niños de la tierra? Parece que a nuestro alrededor
hay cada vez más vidas vacías, descontentas e infelices. Incluso podemos pensar
que así es nuestra propia vida.
Es cierto que los
medios de comunicación cubren una gran variedad de problemas de todos los
rincones de la tierra: guerras, delincuencia, hambre, SIDA, desintegración
familiar y contaminación del aire, el agua y el suelo, por nombrar sólo
algunos. Pero ¿con qué frecuencia escuchamos noticias alentadoras sobre
soluciones definitivas?
La Biblia es un
libro que hace muchas afirmaciones, entre las cuales destaca que tiene las
respuestas a todas las grandes interrogantes de la vida. Dice que contiene las
palabras inspiradas de Aquel que creó todas las cosas, incluidas nuestras
mentes y cuerpos, y afirma que proporciona el camino hacia la felicidad
duradera y la verdad sobre la vida humana.
El autor de ese
libro, Dios todopoderoso, dice muchas veces a lo largo de sus páginas que ama
profundamente a los que Él ha creado. ¿Habría dejado el creador, que posee el
supremo conocimiento, sabiduría y amor por su creación, a la humanidad sin la
información necesaria para satisfacer nuestras más profundas carencias?
La palabra de Dios
es la norma por la que debe regirse todo el proceder humano para alcanzar la
paz mental y el bienestar tanto personal como colectivo. La Biblia define lo
correcto y lo incorrecto, el bien y el mal: explica el Camino de Vida que la
humanidad nunca ha practicado a gran escala y, por tanto, está desprovista de
sus beneficios.
La Biblia es el
manual de instrucciones del creador para una vida feliz y llena de sentido.
La Biblia nos
enseña sobre los orígenes, la causa y el efecto, la perspectiva correcta, sobre
nuestro pasado, presente y futuro.
La Biblia es el
más importante cuerpo legal para la vida humana.
Dios no tiene
igual como legislador: sólo Él fue capaz de producir una ley en un solo libro que
es válida para todas las personas por toda la eternidad.
ESTUDIAR LA
BIBLIA EFICAZMENTE
El estudio de la
Biblia proporciona una gratificante distracción del estrés y las exigencias
diarias que todos experimentamos. Comparado con la sobrecarga de información
que compite por nuestra atención cada día y que a menudo plantea más preguntas
que respuestas, el estudio de la palabra de Dios es refrescante.
Dios no ha dejado a
sus seres creados en la ignorancia del propósito que tiene para ellos. Él nos
ha provisto del conocimiento básico, fundamental y comprensible. Pero es
importante tener una actitud correcta hacia su palabra.
No hay que
buscar para refutar una enseñanza, doctrina o concepto, sino para probarse a
uno mismo lo que dice la Biblia.
Un excelente
ejemplo de este enfoque constructivo aparece en Hechos 17:11. Pablo y Silas
enseñaban en la sinagoga judía de Berea y descubrieron que "estas personas
eran más receptivas que las de Tesalónica. Estaban muy dispuestos a recibir el
mensaje, y cada día examinaban cuidadosamente las Escrituras para ver si esas
cosas eran así" (Versión Estándar Internacional). Los de Berea no trataban
de refutar lo que Pablo y Silas decían, sino que examinaban las Escrituras para
averiguar si lo que ellos enseñaban era correcto. En Proverbios 4:20-22 y 3:5-8
se nos dice que escuchar a Dios y confiar en Él es algo que nos da salud.
Este enfoque
positivo podría describirse como la forma sana o saludable de estudiar la
Biblia.
También hay una
forma poco saludable de acercarse a las Escrituras.
Es importante
concentrarse primero en "las sanas palabras", verdades comprensibles,
pues de lo contrario es fácil caer en la trampa y obsesionarse "con
disputas y discusiones sobre palabras" (1 Timoteo 6:3-5). La Nueva Versión
Internacional traduce esta frase como "afán enfermizo de provocar discusiones inútiles". El resultado de tal
enfoque del estudio bíblico no es bueno y no conduce a una mejor comprensión.
Para comenzar a
tener éxito en el estudio de la Biblia hay que concentrarse primero en las
verdades básicas y sencillas que están claramente expresadas en las páginas del
libro. Centrarse en la sana doctrina; no sirve de nada pescar en las aguas
turbias de la duda y el escepticismo. Hay que reservar el estudio de los
pasajes más ambiguos para un poco más tarde. En el transcurso del estudio
básico surgirán inesperadamente algunas respuestas más complejas.
¡Las escrituras
poco claras siempre tienen que ser interpretadas a través de las que son
claras!
El programa
Fundamentos se centra en " las sanas palabras ", guiándole paso a
paso de forma equilibrada a través de la palabra de Dios.
LA GUÍA Y
DIRECCIÓN DE DIOS
Ya que estamos
estudiando la palabra de Dios, es ciertamente apropiado pedirle ayuda a Él. Ore
por entendimiento e inspiración en su estudio de la Biblia. Dios debe abrir su
mente a sus verdades o usted no podrá llegar a entenderlas (1 Corintios 2:14).
Jesús tuvo que abrir el entendimiento de sus discípulos (Lucas 24:45).
Una buena manera de
comenzar un estudio puede ser hablar con Dios como lo hizo Moisés cuando oró:
"Por favor... muéstrame tus intenciones para que te entienda mejor y haga
exactamente lo que quieres que haga" (Éxodo 33:13, Nueva Traducción Viviente).
El rey David oró:
"Muéstrame la senda correcta, Señor; señálame el camino que debo seguir.
Guíame por tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. En ti
pongo mi esperanza todo el día" (Salmo 25:4-5, Nueva Traducción Viviente).
Véase también Salmo 119:33-40.
Para que el estudio
de la Biblia resulte provechoso, usted tiene que darse cuenta de que este
material no se parece a ningún otro libro que se haya escrito. Cuando lea la
palabra de Dios, piense que Él le está hablando directamente a usted y espera
su reacción mientras usted le habla directamente a Él a través de la oración.
Mezclar la
oración con el estudio es como mantenemos una conversación bidireccional con
Dios.
Converse con
Aquel que escribió las palabras que está leyendo; pregúntele qué quiere decir
si no entiende.
No olvide el
ejemplo del tesorero etíope: necesitará la ayuda de los siervos de Dios, que
están entrenados en la palabra de Dios.
EL OBJETIVO MÁS
IMPORTANTE
El estudio de la
Palabra de Dios es radicalmente distinto a cualquier otro estudio que usted
emprenda. No hay nada comparable en importancia. La Biblia no fue escrita
simplemente para elevarnos emocionalmente o para entretenernos con interesante
material teórico.
Lo que la Biblia
revela no es simplemente una filosofía más u otra forma de pensar; está
revelando otro estilo de vida, el camino de vida de Dios. Véase aquí abajo el estudio
ampliado: ¿Religión o forma de vida?
La Biblia contiene
ciertamente conocimientos básicos sobre otros asuntos importantes: nuestros
orígenes, una historia condensada de la humanidad, la historia del pueblo de
Dios, nuestro propósito en la vida y saber hacia dónde vamos. Sin el
conocimiento revelado de la Biblia, no sabríamos nada de Dios ni de su plan
para la humanidad.
Nuestro principal
objetivo en el estudio de la Biblia debe ser el de aprender de Dios, aprender
cuál es la forma correcta de pensar y de vivir. Con este nuevo conocimiento,
podemos corregir todos nuestros caminos que están en oposición a Dios. Haciendo
esto, nos estaremos preparando para la felicidad eterna, así como para aumentar
la paz y el gozo en esta vida.
Es de vital
importancia que mantenga un enfoque de autocorrección mientras lee estas
palabras inspiradas. Propóngase descubrir lo que su creador desea que aprenda
para que Él pueda bendecirle. ". . . Buscad primero el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33). Lea sobre
algunas de esas "cosas" - bendiciones - en los versículos anteriores
25-32.
Dios habló a través
del profeta Jeremías para revelar una verdad que muy pocas personas entienden:
"Conozco, oh, Señor, que el hombre no
es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (Jeremías 10:23). La
traducción del Mensaje de la Biblia interpreta este versículo, "Yo sé,
DIOS, que los simples mortales no pueden dirigir sus propias vidas, que los
hombres y las mujeres no tienen lo que se necesita para tomar las riendas de
sus vidas".
¿Por qué leeríamos
lo que Dios revela que debemos cambiar, sólo para ignorarlo? Seriamos como una
persona que se mira en un espejo, ve claramente la necesidad de corregir su
apariencia de alguna manera, y luego simplemente se aleja y no hace nada al
respecto.
" 22 No solo escuchen la palabra de Dios;
tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí
mismos. 23 Pues, si escuchas la palabra, pero no la
obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; 24 te
ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. 25 Pero
si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en
práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu
obediencia."
(Santiago 1,22-25, Nueva Traducción Viviente).
No perseguimos
simplemente un conocimiento intelectual o académico. Buscamos conocer y
comprender las cosas de Dios para tener una perspectiva correcta de nuestra
vida y vivir conforme a esa perspectiva.
TIEMPO Y HORARIO
Algunas personas
encuentran alentador estudiar antes de ocuparse de las presiones de su rutina
diaria normal. Encuentran que esto le da la orientación y dirección correctas a
su pensamiento antes de que todas las distracciones del trabajo y otras
actividades caigan sobre ellos. Pero no todos tenemos la mente tan despierta
nada más levantarnos. Así que el mejor momento para estudiar depende de cada
situación personal.
Las pruebas y
dificultades de esta vida tienden a desgastarnos y a acumularse a lo largo del
día. Estudiar al final del día puede tener un efecto balsámico al leer las
soluciones que Dios nos ofrece. Dedique el mayor tiempo posible a este estudio,
el más importante de todos, cuando esté más despierto.
Haga del estudio
de la Biblia un hábito.
Nunca habrá
tiempo si no le dedicamos tiempo.
La cantidad de
tiempo no es tan importante como el hábito regular de "escuchar a Dios
durante el estudio de la Biblia". Muchas personas que han estudiado
durante años han llegado a ver que equilibrar el estudio con la oración y la
meditación produce el máximo beneficio.
Cuando disponga de
tiempo en su agenda, considere la posibilidad de orar como se sugiere más
arriba, luego continúe con el estudio y, por último, medite (incluso de camino
al trabajo o por la noche, como preparación para el día siguiente) sobre cómo
aplicar lo que acaba de aprender, es decir, póngalo en práctica para que se dé
cuenta de las bendiciones que le aporta. Lo que no se usa, se pierde.
Ayunar
ocasionalmente proporcionará tiempo adicional para el estudio de la Biblia. Vea
aquí abajo el estudio ampliado sobre el tema: Oración, hablar con Dios y
ayunar: Cambiar su suministro de combustible.
Si lo hace bien,
su estudio llegará a ser tan agradable y provechoso que se deleitará durante el
tiempo que le dedique.
Aunque el tiempo
que invierta en el estudio es de vital importancia, sólo tendrá valor en la
medida en que aplique lo que aprenda.
PUNTOS QUE
CONSIDERAR
A continuación, se
exponen algunos puntos que convendría tener en cuenta a medida que avanza en su
estudio. Son principios que pueden ayudarle a superar los obstáculos que muchos
encuentran al leer la Biblia.
Comprenda que la
Biblia no se contradice.
Todas las contradicciones
aparentes pueden explicarse; algunas de manera sencilla y breve, mientras que
otras requieren un poco más de investigación. A veces, una traducción confusa
puede dar lugar a un malentendido. Otras veces, se omiten palabras que están en
los idiomas originales, o se añaden palabras o se usan palabras que no reflejan
la intención original.
Dios inspiró todo
el conjunto de escritos llamados colectivamente la Biblia. Es un todo unificado
(Escrituras hebreas, arameas y griegas, denominadas Antiguo y Nuevo
Testamento). ". . . La Escritura no puede ser quebrantada" (Juan
10:35) En su inspiración original, toda ella es verdadera: "Santifícalos
en tu verdad. Tu palabra es verdad" (Juan 17:17).
Es importante
tener en cuenta el contexto de lo que se lee.
Por contexto se
entiende el material que hay alrededor. Vea lo que está escrito a la luz de los
versículos anteriores y posteriores, el libro específico de la Biblia en el que
aparece, el capítulo o pasaje general y las enseñanzas de toda la Biblia.
La información
relativa a un tema suele estar dispersa en muchos libros diferentes de la
Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La forma en que está
escrita la Biblia exige nuestro esfuerzo y estudio diligente: se necesita
carácter para estudiar correctamente la Palabra de Dios.
Dios tuvo sus
propias buenas razones para organizar la Biblia de la manera en que lo hizo.
Debemos hacer el esfuerzo de buscar las verdades que Él ha preparado para
nosotros.
Debemos buscar
la verdad, no nuestra propia voluntad.
Gran parte de la
confusión proviene de intentar leer en las Escrituras lo que estas no dicen.
Evite el enfoque de ""texto de prueba"" que intenta probar
lo que usted cree que es verdad. El "texto de prueba" es un método de
estudio equivocado que busca probar una idea o doctrina personal específica, en
lugar de simplemente buscar la verdad sobre un asunto. Implica seleccionar
varios versículos que parecen apoyar una suposición específica, presentándolos
como "prueba", pero en el proceso, ignorando otros versículos y
pasajes o principios bíblicos que esclarecen la auténtica enseñanza bíblica. A
menudo implica sacar declaraciones bíblicas fuera de contexto en apoyo de una
suposición no bíblica.
La mente humana a
veces trata de leer en la Biblia lo que quiere que la Biblia diga sobre un
tema. Puede ser un intento de justificar un comportamiento que no queremos
cambiar.
No establezca
sus creencias basándose en una sola y poco clara escritura.
Tome en
consideración todas las escrituras relevantes que tengan que ver con el tema.
Las escrituras
proféticas no tienen origen ni interpretación humana.
El apóstol Pedro
escribe: " . Ninguna profecía de la Escritura proviene de la propia
interpretación de alguien. Porque ninguna profecía fue jamás producida por
voluntad humana, sino que los hombres hablaron de parte de Dios llevados por el
Espíritu Santo" (2 Pedro 1:20-21, Versión Estándar en Inglés).
La Biblia a menudo
se interpreta a sí misma y explica sus símbolos, analogías, paralelismos y
parábolas, a veces en otras secciones del libro. Es cuestión de buscar y
encontrar cuidadosamente la explicación.
En este sentido, es
importante señalar que la Iglesia de Dios tiene el encargo de enseñar a
aquellos que quieran ser discípulos de Jesucristo todo lo que Él [Jesús] ha
enseñado (Mateo 28:19-20).
Estar dispuesto
a ser enseñado es un ingrediente esencial para el aprendizaje de la verdad.
Jesús ordenó a
Pedro que apacentara su rebaño (Juan 21:15). Esto se refiere a enseñar o
proveer conocimiento de Dios para alimentar a nuestro ser interior. Los
ministros de Dios deben ser obreros "que exponen rectamente la palabra de
verdad" (2 Timoteo 2:15; Nueva Versión Estándar Revisada).
Tenga en cuenta
que hay maestros que extravían y engañan.
Hay muchos que
enseñan basándose en las Escrituras, pero enseñan con error. La Biblia dice que
han salido engañadores por el mundo: falsos ministros que enseñan falsas
doctrinas. ". . . Algunas cosas que Pablo escribe son difíciles de
entender. Personas irresponsables que no saben de lo que están hablando las
tergiversan de todas las maneras posibles. También lo hacen con el resto de las
Escrituras, destruyéndose a sí mismos en el proceso. Pero ustedes, amigos, ya
están advertidos. Manténganse en guardia, no sea que pierdan el equilibrio y
sean arrastrados por estos maestros que hablan de manera descontrolada y
libertina. Creced en gracia y comprensión de nuestro Maestro y Salvador,
Jesucristo. ¡Gloria al Maestro, ahora y siempre! Sí" (2 Pedro 3:16-18,
traducción de El Mensaje).
Jesús demostró
repetidamente sus credenciales y verificó su autoridad como maestro de la
verdad. "No enseño algo que se me haya ocurrido a mí. Lo que enseño viene
del que me envió. Si de verdad queréis obedecer a Dios, sabréis si lo que
enseño viene de Dios o de mí" (Juan 7:16, Versión inglesa contemporánea).
¿Cómo podemos saber
si uno está enseñando fielmente la verdad? El Camino de Dios es un camino de
confianza en Dios y de fe en que Él nos guiará por el camino correcto. Jesús,
el Hijo de Dios, nos da esta alentadora promesa: "Cualquiera que se proponga
hacer la voluntad de Dios sabrá si la enseñanza viene de Dios o si hablo por mi
cuenta" (Juan 7:17, Nueva Versión Estándar Revisada).
Esto es cierto
también con respecto a las ideas y enseñanzas de quienes quieren engañarnos o
se engañan a sí mismos.
CONCLUSIÓN
Dios promete que
nos guiará a toda la verdad. Estudiar la Palabra de Dios, la Biblia, no es una
tarea inútil. Usted tiene todas las razones para confiar en que obtendrá el
conocimiento más maravilloso que pueda adquirir y que podrá aprender el Camino
de Dios.
Si ponemos de
nuestra parte, no seremos engañados. Observen la siguiente declaración de
Jesucristo ". . . el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo
os he dicho". (Juan 14:26 Versión Estándar Internacional).
No puede haber
empresa más fascinante y significativa que ésta. Usted está leyendo las
palabras de su hacedor que le explican sus planes para usted y para toda la
humanidad en esta vida y para la eternidad.
Todo lo que
necesita hacer para vivir una vida feliz y plena le espera en las páginas del
libro de instrucciones de su creador para la humanidad.
Uno de los salmos
dice: "Tú me enseñarás el camino de la vida. En tu presencia hay alegría
perfecta; las delicias están siempre en tu diestra". (Salmo 16:11, Tanaj).
Aproveche al máximo
este maravilloso libro.
Este libro, leído
por muchos, pero comprendido por pocos, contiene las respuestas a las grandes
preguntas de la vida.
De hecho, la
Biblia podría llamarse "El manual para la Humanidad".
Hay algunos
principios muy básicos, sencillos y fundamentales que son de gran valor en su
esfuerzo por adquirir toda la profundidad y amplitud del conocimiento bíblico.
Hemos tratado algunos de ellos en el módulo anterior, Introducción al estudio
de las Escrituras. Esto incluye, ante todo, una actitud positiva ante la tarea
que tenemos entre manos: creer que Dios existe, que Él inspiró su palabra
escrita y que le revelará su verdad a medida que usted responda a su voluntad y
le obedezca (Mateo 4:4; Santiago 1:22, 27; 2:14-19).
PUNTOS
ESENCIALES DE ESTE MÓDULO
·
La
Biblia es el libro de instrucciones de Dios para una vida feliz y con
propósito.
·
No
busque desmentir una enseñanza, sino probarse a sí mismo lo que la Biblia le
está diciendo.
·
Lo
que la Biblia revela no es sólo otra filosofía o forma de pensar; está
revelando otra manera de vivir, el camino de vida de Dios.
·
Hay
una manera "sana" y otra " malsana" de acercarse a las
Escrituras.
·
Nunca
habrá tiempo para estudiar la Biblia si no se lo dedica.
·
Estar
dispuesto a ser enseñado es un ingrediente principal para aprender la verdad.
ESTUDIOS AMPLIADOS
- ¿Religión o
estilo de vida?
- Introducción al
estudio de las escrituras
- La oración:
Hablar con Dios
- El estudio de la
Biblia: Escuchar a Dios
- El ayuno: Cambiar
de fuente de energía
- Compañerismo:
Unidos por el afecto
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