ACTITUDES CORRECTAS, PARTE 2
John
Anderson
Sermón, 29 de
febrero de 2020
Hace unos meses, di
un sermón que cubría las primeras cuatro declaraciones que Jesús dio al
principio de Mateo 5, comúnmente llamadas las bienaventuranzas. Jesús comenzó
cada una de estas declaraciones con la palabra bienaventurados, siendo las
cuatro primeras:
MATEO 5:3 (RVA-2015 en todo el sermón) "Bienaventurados los pobres de espíritu . . . 4 Bienaventurados
los que lloran . . . 5 Bienaventurados los mansos . . . 6 Bienaventurados los
que tienen hambre y sed de justicia . . .
Estas cuatro que
traté en el último sermón son afirmaciones que describen actitudes mentales que
nos ayudan a ser verdaderamente bendecidos. Y como mencioné en ese momento,
tomé una definición de la palabra actitud de algo que leí en Internet. Decía
que una actitud es una forma establecida de pensar o sentir sobre algo, que
normalmente se refleja en el comportamiento de una persona.
La definición de
actitud como una forma de pensar establecida que se refleja en nuestro
comportamiento es muy apropiada para estas afirmaciones, estas
bienaventuranzas, como se llaman, porque definen una forma de pensar. Si
elegimos hacer que lo que Jesús describe en estos versículos sea nuestra forma
de pensar, seremos bendecidos.
Hoy me gustaría
continuar donde lo dejé en el último sermón y repasar las últimas cuatro
afirmaciones que describen formas de pensar que conducen a ser bienaventurados.
MATEO 5:7 Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.
Al decir esto,
Jesús nos afirma que si somos misericordiosos con los demás, también
recibiremos misericordia. Todos hemos pecado y todos necesitamos la
misericordia de Dios para perdonar esos pecados, así que realmente nos
corresponde ser misericordiosos.
Inmediatamente
después de dar el ejemplo de oración que se encuentra a partir de Mateo 6:9, en
el versículo 12 dice:
MATEO 6:12 Perdónanos
nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y luego hay algunas
otras declaraciones que son parte de este ejemplo de oración, pero
inmediatamente después, en el versículo 14, leemos:
14 Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su
Padre celestial también les perdonará a ustedes.
15 Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre
les perdonará sus ofensas.
De modo que ser
misericordiosos es necesario para que también seamos perdonados.
Una de las cosas
que vemos en varios lugares de la Biblia es lo que podríamos llamar
reciprocidad. Probablemente uno de los ejemplos más famosos de esto es la Regla
de Oro, donde Jesús dice: "Por tanto, todo lo que
quieran que los hombres hagan con ustedes, háganlo también con ellos, porque
esto es la ley y los profetas". Resumiendo, el concepto básico de
lo que la ley de Dios debe producir en nosotros es que debemos tratar a los
demás de forma correcta y buena, tal y como nos gustaría que nos trataran a nosotros.
Este mismo concepto
de reciprocidad (si se quiere) se encuentra en el Salmo 18. David escribió
esto, creo, después de haber sido finalmente liberado de Saúl y se encontraba
en un mejor momento de su vida.
SALMO
18:25 Con el
misericordioso te muestras misericordioso, e íntegro con el
hombre íntegro;
26 Con el limpio te
muestras limpio, y eres sagaz con el
perverso.
Dios nos va a dar
lo que nosotros mostremos a los demás en la manera en que vivimos. Esto es muy
serio, porque queremos ser perdonados. Queremos que se nos muestre
misericordia, así que tenemos que expresar esa misma cualidad en cómo tratamos
a los demás.
Jesús explicó a los
fariseos que Él prefería poder mostrar misericordia a alguien que recibir
sacrificios. Vemos esto en Mateo 9.
MATEO 9:11 Y
cuando los fariseos lo vieron…
Vieron que Jesús
estaba comiendo con personas que ellos consideraban indeseables. Él dice:
… cuando los fariseos lo vieron, decían a sus
discípulos: —¿Por qué come su maestro con los publicanos y pecadores?
12 Al oírlo,
Jesús les dijo: "Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. 13 Vayan,
pues, y aprendan qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio.
Es una cita de
Oseas 6:6. Jesús cita este principio, y continúa el pensamiento:
Porque no
he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento".
La lección aquí es
que Él estaba llamando a los recaudadores de impuestos (y a los otros que ellos
llamarían pecadores) al arrepentimiento. Los fariseos, por supuesto, se veían a
sí mismos como que no necesitaban eso, porque eran santurrones y no se daban
cuenta de su propia necesidad de ser perdonados por sus actitudes y mentalidad.
Cuando pensamos en
la misericordia, tenemos que darnos cuenta de que es una parte fundamental de
cómo tenemos que tratar a los demás. Vemos esto en la situación que encontramos
en Lucas 10. En realidad, este relato comienza en el versículo 25, donde un abogado
se acerca a Jesús y le pregunta: " . . . ¿qué [debo] hacer para heredar la
vida eterna?". Y Jesús respondió: "¿Qué está escrito en la
ley?". Y este abogado replicó que uno debe amar a Dios con todo su
corazón, alma y ser, y amar al prójimo como a uno mismo. A esto respondió
Jesús: "Has respondido bien; haz esto y vivirás".
Al abogado, al
parecer, esto como que de alguna manera le picó, porque se dio cuenta de que no
estaba viviendo de acuerdo con esa norma, y entonces le pregunta a Jesús:
"¿Y quién es mi prójimo?". Y en respuesta a esa pregunta, Jesús enseñó
la parábola del buen samaritano.
Me gustaría
considerar la redacción de esta parábola en particular:
LUCAS 10:30 Respondiendo Jesús, le dijo: "Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y
cayó en manos de ladrones quienes lo despojaron de su ropa, lo hirieron y se
fueron dejándolo medio muerto. 31 Por casualidad,
descendía cierto sacerdote por aquel camino y, al verle, pasó de largo [no quiso ni acercarse]. 32 De igual manera, un levita también llegó al lugar
y, al ir y verle, pasó de largo. 33 Pero cierto
samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él y, al verle [a este hombre], fue movido a
misericordia.
El punto obvio aquí
es que dos individuos que se suponía que eran líderes religiosos en Israel,
habían evitado ambos a este hombre. Pero aquí está un samaritano, una persona
que muchos de los judíos habrían despreciado (como una especie de mezcla de
paganismo y algunas creencias israelitas o judías), pero el samaritano:
34 Acercándose a él…
No se quedó lejos,
fue hacia él.
…vendó sus heridas echándoles aceite y
vino.
Probablemente para suavizar
las heridas y desinfectar lo que pudo, allí mismo.
Y poniéndolo sobre su propia
cabalgadura…
Comenzó a caminar,
conduciendo este animal con el hombre que estaba herido sobre él, porque
supongo que este hombre no era capaz de caminar.
… lo llevó a un mesón y cuidó de él.
No se limitó sólo a
prestarle ayuda allí mismo, en el lugar donde había ocurrido el incidente, sino
que siguió adelante y se ocupó de él aquella misma noche.
35 Al día siguiente sacó dos monedas (dos denarios) y se las dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y
todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
Se hacía cargo de
lo que hiciera falta para atender a aquel hombre. Entonces Jesús le pregunta al
abogado:
36 ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo
de aquel que cayó en manos de ladrones?
37 Él [el abogado] dijo: - El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le
dijo: - Ve y haz tú lo mismo.
Esta palabra que
aquí se traduce "misericordia" es de la misma familia de palabras que
Jesús utilizó en Mateo 5:7. La palabra aquí es eleos, pero pertenece a
la misma familia de palabras.
MATEO 5:7 Bienaventurados
los misericordiosos…
Esto es eleemon,
y añade:
…porque
ellos recibirán [alcanzarán]
misericordia [eleos].
Son sólo formas
diferentes de la misma palabra.
Ser misericordioso,
como lo fue este samaritano, es lo que Jesús dijo que debemos hacer, y la forma
en que debemos tratar a los demás.
Misericordia se
define (al menos en el diccionario Merriam Webster) como "trato
compasivo a los que están en apuros". Y eso es exactamente lo que hizo
este samaritano. En dictionary.com, se define como "un acto de
bondad".
Mostrar
misericordia es algo muy importante -importante para Dios-. Mateo 23:23 es uno
de esos pasajes en los que Jesús estaba corrigiendo y reprendiendo a los
fariseos por su dureza de corazón, su manera hipócrita de vivir y su manera de
pensar.
MATEO 23:23 “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque
entregan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero han omitido lo
más importante [los
asuntos más significativos] de la ley, a saber:
el juicio, la misericordia y la fe.
La misericordia es
una de las partes más importantes de las enseñanzas de Dios en las que debemos
pensar.
Mostrar
misericordia a los demás es una forma de honrar a Dios.
PROVERBIOS 14:31 El que
oprime al necesitado [lo contrario de mostrar
misericordia] afrenta a su Hacedor…
Es decir, al
Hacedor de ese pobre. Dios es el Hacedor de todas las personas, y si usted
oprime al pobre, está vituperando a Dios, dice.
… pero el que tiene misericordia [la persona que honra a Dios] del pobre, lo honra.
Dios llega incluso
a decir que cuando damos a los pobres, Él lo considera como un préstamo que le
hacemos, y dice que Él nos lo devolverá. Hace muchos años, cuando estudiaba el
libro de Proverbios, siempre me quedó grabado Proverbios 19:17 como un consejo
muy profundo.
PROVERBIOS 19:17 El que da al pobre presta al SEÑOR, y él le dará su recompensa.
Es decir, el SEÑOR
pagará a la persona que presta a los pobres. La palabra piedad, por cierto, es
una palabra que a menudo se traduce como "misericordia".
Otra afirmación que
encontramos en los profetas sobre la misericordia está en Miqueas 6:8. Se trata
de una enseñanza sumamente fundamental, que hemos examinado a menudo.
MIQUEAS
6:8 ¡Oh hombre, él te
ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti el SEÑOR? Solamente hacer
justicia…
Es
decir, hacer lo que es justo.
... amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.
Ahora
bien, cito esto porque hace muchos años escuché un sermón en el que se
presentaba esta misma idea a la congregación, que hesed hace referencia a la
fidelidad al pacto.
Cuando
preparaba este sermón, me encontré con una afirmación que me ayudó a entender
mejor esta palabra. Esta declaración en particular que me gustaría citar es del
Libro de Palabras Teológicas del Antiguo Testamento. Y da una idea de
las dos maneras diferentes en que esta palabra hesed ha llegado a ser conocida.
Una, como misericordia, que es la forma en que se ha traducido históricamente,
y la otra, como fidelidad a la alianza. Me gustaría leer esa cita en este momento.
Libro
de palabras teológicas del Antiguo Testamento: El escritor [y, por supuesto,
con esto se está refiriendo a sí mismo, el escritor de este artículo] quiere
subrayar que la diferencia teológica entre estos dos puntos de vista es
considerable.
Luego
cita los dos puntos de vista diferentes.
Si
los Diez Mandamientos son estipulaciones de un pacto restringido a Israel [que
es el punto de vista de la lealtad al pacto como la forma de entender hesed], o
si son principios eternos derivados de la naturaleza de Dios y su creación a
los que todos los hombres están obligados y según los cuales Dios juzgará.
Para
mí, la idea de que hesed es lealtad al pacto y encerrar todos los mandamientos
en ese pacto con la nación de Israel, es un error, y fue parte del
argumento que se ha usado para decir que la Iglesia no necesita guardar los
Diez Mandamientos porque eso era algo que correspondía sólo a Israel de
entonces, y nosotros somos ahora parte de la Iglesia del Nuevo Testamento.
La
misericordia es una de las cualidades que la sabiduría de Dios nos lleva a
expresar y mostrar.
SANTIAGO 3:17
En cambio, la sabiduría que procede de lo alto es
primeramente pura; luego es pacífica, tolerante, complaciente, llena de
misericordia [que
muestra bondad, compasión] y de buenos frutos, imparcial y no hipócrita.
Anteriormente
en esta misma carta, Santiago señala la superioridad de la misericordia, y
luego lo sigue con un ejemplo práctico de cómo mostrar misericordia.
SANTIAGO 2:13
Porque habrá juicio sin misericordia contra aquel que no hace
misericordia.
[Y
luego dice:] ¡La misericordia se gloría triunfante sobre el
juicio!
Y
continuando aquí en el versículo 15:
15 Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta la
comida diaria, 16 y alguno de ustedes les dice:
“Vayan en paz, caliéntense y sáciense” pero no les da lo necesario para el
cuerpo, ¿de qué sirve?
Por
supuesto, si alguien está desnudo, obviamente necesita ropa para calentarse. Y
si están desprovistos de comida, ciertamente necesitan alimento y algo que los sacie.
Pero si sólo pronunciamos las palabras y no hacemos nada, es algo vacío, sin
sentido. No es misericordia.
Me
gustaría leer una cita de una obra titulada El mercader de Venecia. Fue
escrita por William Shakespeare. Para mí hay un soliloquio muy conmovedor sobre
el tema de la misericordia que me gustaría citar en parte, no todo, pero me
parece muy, muy poderoso. Empieza así:
“La cualidad de la misericordia no es forzada…
Desgraciadamente,
la palabra forzada en este sentido es un término arcaico que puede no sonarnos
claro. Pero lo que significa es que la calidad de la misericordia no es algo
que se pueda forzar, sino que tiene que darse libremente.
La cualidad de la misericordia no es forzada.
Cae como lluvia suave del cielo
Sobre el lugar de abajo. Es doblemente bendita:
Bendice al que da y al que recibe.
Es la más poderosa entre los poderosos.
Vuelve al monarca en el trono mejor que su corona.
Y
luego, bajando unas líneas, Shakespeare añade:
Es un atributo de Dios mismo;
Ser
misericordioso es parte del carácter mismo de Dios. Es así como Él es. Y Dios
quiere que esta misericordia también esté profundamente arraigada en nuestros
corazones.
Me gustaría pasar a
la siguiente declaración en Mateo 5:8, donde Jesús dijo:
MATEO 5:8 Bienaventurados
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
La palabra puro es
la palabra griega katharos. Esto lo he tomado de uno de los
diccionarios: "Denota limpieza física, religiosa y moral".
En Mateo 5:8, las
palabras puro de corazón enfatizan la limpieza mental y espiritual, libre de
motivos pecaminosos y de intenciones pecaminosas.
Jesús señaló a los
discípulos que estaban limpios como resultado de haber sido enseñados en la
verdad de la Palabra de Dios. Vemos esto en Juan 15:3. Estas fueron
declaraciones que Jesús hizo a los discípulos en esa noche después de esa
última Pascua con ellos:
JUAN 15:3 Ya ustedes están limpios por la palabra que les he hablado.
Ahora, la palabra
limpio aquí, es la misma palabra que se traduce "puro" en Mateo 5:8.
Y también podría notarse que cuando Jesús había lavado los pies de los
discípulos más temprano esa misma noche, les dijo: "Ustedes están limpios,
pero no todos". Bien, había uno de ellos, Judas Iscariote, que tenía un
motivo muy equivocado. Su corazón no era puro, y ya había hecho un acuerdo con
los líderes religiosos para traicionar a Jesús. Así que podemos ver la
diferencia entre tener un corazón puro, tener un corazón y una mente limpios, y
la impureza que alguien como Judas Iscariote tenía.
Del mismo modo,
Pablo explicó que Jesús nos limpia a través del lavamiento por su Palabra. Les
dijo a los discípulos que estaban limpios por las palabras que les había
enseñado. La Palabra de Dios limpia nuestro pensamiento. Nos ayuda a ver qué
tipo de pensamiento es correcto. Este es el tipo de pensamiento que debemos
tener. Es muy importante tener un pensamiento correcto.
En Efesios 5:25, típicamente
leemos esto en otro contexto, pero aquí en el verso 25, Pablo está escribiendo,
y dice:
EFESIOS 5:25 Esposos, amen a sus esposas así como
también Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, 26 a
fin de santificarla, habiéndola purificado [es
decir, hacerla pura] en el lavamiento
del agua con la palabra…
De nuevo, esta es
la misma palabra katharos, y en este caso en particular, es una forma verbal.
Dios limpia nuestro
pensamiento, limpia nuestros corazones y mentes por medio de tener su Palabra.
Sus pensamientos limpian nuestro pensamiento y señalan dónde estamos
equivocados.
En el Salmo 51, con
el cual estamos muy familiarizados -un salmo de arrepentimiento después de su
pecado con Betsabé-; David oró a Dios:
SALMO 51:2 Lávame
más y más de mi maldad, y
límpiame de mi pecado.
Él quería que Dios
lavara la culpa de su pecado. Pero en este mismo salmo, en esta misma oración,
David le pidió a Dios que creara en él un corazón limpio. David claramente
quería que Dios lo ayudara a tener un corazón limpio con motivos puros, porque
había visto la maldad de la lujuria que lo había llevado a cometer adulterio
con Betsabé. Y después de eso, la maquinación tortuosa en la que se involucró
para tratar de cubrir sus pecados, y en última instancia, todo esto condujo a
la muerte del esposo de Betsabé, Urías.
Este tema de ser
puros de corazón tiene una aplicación muy significativa para todos nosotros en
la Iglesia, porque una de las cosas sobre las que Dios tiene una postura muy
fuerte es sobre la hipocresía religiosa.
Cuando yo estaba
creciendo, mis padres nunca asistieron a la iglesia. Mis hermanas, cuando
crecieron, iban a la iglesia del barrio, pero mis padres no. Y una de sus
explicaciones fue que habían ido a la iglesia durante su infancia porque sus
padres se los habían exigido, pero vieron en la iglesia tal hipocresía
religiosa que se apartaron de ella. Por eso mismo, para mí sería algo realmente
horrible ofender a los pequeños y alejarlos de la verdad a causa de nuestra
hipocresía.
Todos pecamos, y
alguien podría señalar: "Oye, no hiciste lo correcto aquí o allá".
Eso puede suceder, pero ciertamente no deberíamos vivir de esa manera como una
característica constante en nuestras vidas.
Cuando Jesús
reprendía a los fariseos, los reprendía una y otra y otra vez por su
hipocresía. Lo vemos en Mateo 23; casi todo el capítulo está dedicado a las
diversas formas en que estaban siendo falsos, estaban siendo hipócritas. Les
dejaré que lo lean en otro momento.
Pero me gustaría
que pensáramos en otro ejemplo donde Dios reprendió la hipocresía religiosa en
la Iglesia y que es una declaración bastante fuerte. Lo encontramos en Hechos
5. Aquí, Dios trata con la hipocresía religiosa en la Iglesia en el ejemplo de
Ananías y Safira.
Estos dos miembros
de la Iglesia querían ser vistos como muy santos, muy cariñosos y amables, y
también querían ser vistos como generosos, así que después de ver el ejemplo de
otro hombre en la Iglesia, Bernabé, que era muy respetado, pienso que ellos querían
gozar del mismo respeto. Y para ello, afirmaron que habían vendido una
propiedad, o algo que poseían, y que habían entregado el importe íntegro a la
Iglesia para que lo repartiera entre los pobres. Pero, de hecho, estaban
mintiendo.
Me gustaría leer
este relato en particular, que comienza en Hechos 4:36, porque creo que sienta
las bases de lo que estaba sucediendo.
HECHOS 4:36 Entonces José, quien por los apóstoles era llamado Bernabé
(que significa hijo de consolación) y quien era levita, natural de Chipre, 37[este Bernabé] como tenía un campo, lo vendió, trajo el dinero y
lo puso a los pies de los apóstoles.
Inmediatamente (y
la ruptura del capítulo no es parte de lo que Lucas escribió), dice:
HECHOS 5:1 Pero cierto hombre llamado Ananías,
juntamente con Safira su mujer, vendió una posesión. 2 Con
el conocimiento de su mujer, sustrajo del precio; y llevando una parte, la puso
a los pies de los apóstoles.
Obviamente, esto es
un paralelo de lo que había hecho Bernabé. Habían vendido algo, tomaron el
producto y lo pusieron a los pies de los apóstoles. Lo dice en ambos casos, y
da claramente la impresión de que querían ser vistos bajo la misma luz que
Bernabé, que era muy respetado por los apóstoles.
3 Y Pedro dijo:
"Ananías, ¿por qué llenó
Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo y sustraer del precio del
campo?
No fue solo que se
quedara con la tierra (como veremos más adelante), porque Pedro dice:
4 Reteniéndolo, ¿acaso no seguía siendo tuyo?
"Es decir,
podrías haberte quedado con la propiedad, o con lo que hubieras vendido".
Y una vez vendido, ¿no estaba bajo tu
autoridad? ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto?
"Podrías haber
dado una parte y simplemente explicar que dabas esta cantidad, y no tratar de
dar la impresión de que lo dabas todo".
. . . ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto? [esta hipocresía religiosa en
tu corazón] No has mentido a
los hombres, sino a Dios.
5 Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y
expiró.
Claramente
parecería que esto fue algo milagroso, y que Dios lo había golpeado allí mismo
y en ese momento. Esto fue algo muy impactante.
Y gran temor sobrevino a todos los que
lo oían.
Ahora bien, Dios no
castiga a todos los que mienten o pecan o los que son hipócritas religiosos.
Pero considero que como la Iglesia era nueva en ese momento, Dios estaba
haciendo una declaración muy fuerte sobre ese tipo de hipocresía religiosa y
cómo la veía Él.
La historia no
termina ahí, claro:
6 Luego se levantaron los jóvenes y le envolvieron. Y
sacándole fuera, lo sepultaron.
7 Después de un intervalo de unas tres
horas, sucedió que entró su mujer, sin saber lo que había acontecido. 8 Entonces
Pedro le preguntó: - Dime, ¿vendieron en
tanto el campo? Ella dijo: - Sí, en tanto.
Por supuesto, ella
estaba mintiendo.
9 Y Pedro le dijo: —¿Por qué se pusieron de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor?
He aquí los pies de los que han sepultado a tu marido están a la puerta, y te
sacarán a ti. 10 De inmediato, ella cayó a los pies de él y expiró. Cuando los
jóvenes entraron, la hallaron muerta; la sacaron y la sepultaron junto a su
marido.
Y luego, en el
versículo 11, volvemos a ver esta afirmación:
11 Y gran temor sobrevino a la iglesia entera y a
todos los que oían de estas cosas.
Este era un ejemplo
poderoso y estaba destinado a ayudarnos a todos a reconocer la seriedad con la
que Dios ve este tipo de maldad.
Vemos esta misma
preocupación por la hipocresía religiosa expresada en Mateo 6:1-18, donde Jesús
dice que no debemos dar limosna, ni orar, ni ayunar para ser vistos por la
gente. Ya saben, para quedar bien con los demás, para que piensen que somos muy
santos. Sino que debemos dar limosna por un sincero deseo de ayudar a los demás
y aliviar su sufrimiento. Ese es el propósito, no para hacernos quedar bien.
Por eso, Jesús dijo que no hay que dar limosna y hacer sonar la trompeta y
hacerse ver ante los demás como si uno fuera muy generoso.
Y cuando ores, Él
dijo, no te pares ahí en la esquina de la calle para impresionar a todos con lo
religioso que eres. Sino que ve a tu habitación y ora a Dios en privado.
Y luego con el
ayuno, lo mismo. No debes ir por todas partes diciendo: "Oh, hoy estoy
ayunando. Oh, me siento tan mal". Jesús dijo que “dejes que quede entre tu
y Dios que te estás humillando para acercarte a Él”.
Tratar de
impresionar a otros con cuan supuestamente justos y religiosos y santos somos no
es algo propio de un corazón puro.
Santiago dio un
ejemplo de religión pura en Santiago 1:27, y fue un ejemplo de servicio
desinteresado.
SANTIAGO 1:27 ...pura.
. .
Y, de nuevo, esta
palabra es katharos, la misma que se usa en Mateo 5:8.
27 La religión pura e incontaminada [limpia, no hipócrita] delante de Dios y Padre es esta: cuidar a los huérfanos
y a las viudas en su aflicción…
Es decir, a las
personas que necesitan ayuda y que no tienen la posibilidad de reembolsarnos el
dinero.
… y guardarse sin mancha del mundo.
Otra parte de ser
puro es no tener los puntos de vista e ideas y valores del mundo en nuestro
corazón. También debemos deshacernos de ellos. Pablo le dijo a Timoteo que
procurara la justicia, la fe y el amor que proceden de un corazón puro.
Y la misma palabra, katharos, se usa aquí como en Mateo 5:8.
Jesús dijo en la
conclusión de esta declaración en particular:
MATEO 5:8 Bienaventurados
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
No es solo un dicho
elegante, es algo literal. Y podemos ver cuándo, cómo y dónde sucederá esto.
Cuando vamos a Apocalipsis 21, en los primeros versículos, leemos de los nuevos
cielos y la nueva tierra.
APOCALIPSIS 21:1 … porque
el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más. 2 Y
yo[a] vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que
descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una novia adornada para su
esposo.
Será un lugar
magnífico, una ciudad gloriosa.
3 Oí una gran voz que procedía del trono diciendo:
“He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos…
Dios va a estar
allí.
… y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con
ellos como su Dios.
Pasando a
Apocalipsis 22:3, continúa esta descripción de la Nueva Jerusalén.
APOCALIPSIS 22:3 Ya no habrá más maldición. Y el trono de Dios y del Cordero
estará en ella, y sus siervos le rendirán culto.
Y luego en el
versículo 4, dice directamente:
4 Verán
su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Ser puro de corazón
es algo que en última instancia otorga a una persona un lugar en la familia de
Dios donde podemos tener contacto personal cara a cara con Dios nuestro Padre.
Me gustaría pasar a
la siguiente de las bienaventuranzas, la cual se encuentra en Mateo 5:9.
MATEO 5:9 Bienaventurados
los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Hay cinco ocasiones
en las cartas de Pablo en las que se refiere a Dios como "el Dios de la
paz". Así es Dios. Casi al final de su epístola a la iglesia de Roma,
dijo: "Que el Dios de la paz esté con todos ustedes". Esta es la
forma en que pensaba, la forma en que veía a Dios, como un ser pacífico. Y
quería que esa paz, la naturaleza pacífica de Dios, estuviera con todos
nosotros en la forma en que vivimos e interactuamos unos con otros.
David señaló que
parte de llegar a conocer a Dios es aprender a temerle y buscar y seguir la
paz. En el Salmo 34, comenzando en el versículo 11, dice:
SALMO 34:11 Vengan,
hijos, escuchen; el temor del SEÑOR
les enseñaré...
He anotado en otra
versión algo que creo que ayuda a captar el sentido de esto.
SALMO 34:11 (NUEVA TRADUCCIÓN INGLESA) …Les enseñaré lo que significa temer al SEÑOR.
Luego David
continúa:
SALMO 34:12 ¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para
ver el bien?
Podríamos pensar en
términos de vida eterna y el bien de estar en la familia de Dios.
13 Guarda
tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
14 Apártate
del mal y haz el bien…
Luego concluye:
… busca
la paz y síguela.
Buscar la paz
significa tratar de buscar la manera de lograr y mantener la paz y la armonía.
Procurar la paz va incluso un paso más allá, porque significa "ir
realmente tras ella". Es como, creo, el ejemplo, en muchos lugares, de
perseguir a un enemigo o perseguir a un animal al que se está dando caza. No es
algo casual. Requiere mucho esfuerzo y energía. Realmente tenemos que perseguir
y hacer el esfuerzo de mantener, construir y sostener relaciones pacíficas.
Vemos en Isaías 14
y Ezequiel 28 que Satanás quería echar a Dios (por así decirlo) de su trono y
tomar el control de todo. Estaba lleno (como se dice) de violencia, que es lo
contrario de hacer la paz. Y el mismo nombre Satanás significa
"adversario", es decir, alguien que es hostil a otro. Y vemos esto
mencionado y explicado en Apocalipsis 12. Me gustaría leer algunos versículos
aquí en Apocalipsis 12, comenzando en el versículo 7, donde dice:
APOCALIPSIS 12:7 Estalló entonces una guerra en el cielo: Miguel[a] y sus ángeles pelearon contra el dragón. Y el
dragón y sus ángeles pelearon, 8 pero no
prevalecieron, ni fue hallado más el lugar de ellos en el cielo. 9 Y
fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua[b] que se llama diablo [palabra que significa
"acusador"] y Satanás [palabra que
significa "adversario"], el cual engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la
tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él.
Satanás ha engañado
a este mundo y, al hacerlo, ha inducido a los seres humanos a la guerra, al
conflicto y a la lucha. Uno de los primeros relatos que vemos en el libro del
Génesis es donde Caín es incitado por los celos y mata a su hermano Abel.
Pero, por supuesto,
eso es sólo el comienzo de este tipo particular de engaño, porque la guerra y
la violencia y la crueldad son parte de la historia de la humanidad, una parte
integral de ella. Leemos sobre la historia de la humanidad, y realmente es, en
gran medida, una historia de guerra, una guerra tras otra.
Todos los grandes
imperios sobre los que leemos, los babilonios, los persas, los griegos, los
romanos, se construyeron sobre la conquista, la guerra, la violencia. En
Internet, encontré un gráfico de los conflictos y el número de víctimas que se
produjeron en los últimos 600 años, y no es más que un larguísimo período de un
conflicto tras otro a lo largo de todo el tiempo.
Cada uno de los
círculos del gráfico denotaba una guerra o conflicto concreto, y cuanto más
grande era el círculo, más muertes se producían. Los dos círculos más grandes
eran los que representan la primera guerra mundial y la segunda guerra mundial.
Pero hay muchos, muchos, muchos otros círculos en la página.
Satanás ha engañado
a la humanidad haciéndole creer que esta es la manera de lograr lo que ellos
quieren. Pero en cambio, claro, lo que hace es eliminar la paz del mundo, lo
que lleva a la destrucción, la muerte y el sufrimiento.
Dios no quiere una
eternidad de guerra y lucha. Satanás será finalmente expulsado para siempre,
pero Dios no quiere un montón de gente pendenciera en su Reino. Él quiere en su
reino a aquellos que procuren y busquen la paz, y mantengan esa paz. Esto es lo
que encontramos en Hebreos 12:14:
HEBREOS 12:14 Procuren la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie
verá al Señor.
Un pacificador es
alguien que trabaja por la unidad y la armonía, para que haya paz. No tenemos
forma de influir en este mundo en lo que respecta a la violencia y la guerra
que tienen lugar, pero podemos esforzarnos por mantener la paz en nuestras
relaciones, la paz entre nosotros en la Iglesia, la paz con nuestros vecinos,
la paz con nuestros compañeros de trabajo y de muchas otras maneras. Dios
quiere que sus hijos en su familia sean personas pacíficas y pacificadoras.
Me gustaría ir a la
última de estas declaraciones acerca de las bendiciones que se encuentran en
Mateo 5, comenzando en el versículo 10, donde Jesús dice:
MATEO 5:10 Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la
justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 “Bienaventurados son cuando los
vituperen y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi
causa, mintiendo. 12 Gócense y alégrense, porque su
recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que
fueron antes de ustedes.
Esta es la más
larga de las afirmaciones " bienaventurados…son", y es diferente en
su orientación. Las otras describen actitudes que debemos tener al tratar
correctamente a otras personas. Esta declaración, en cambio, describe cuál debe
ser nuestra actitud cuando somos tratados injustamente por otros. Debemos estar
dispuestos a ser perseguidos por el bien de hacer la voluntad de Dios; ser
justos a sus ojos.
Pedro señaló que
ser odiado por hacer el bien es en realidad seguir el ejemplo de Cristo.
1 PEDRO 2:19 19 Porque esto es aceptable: que alguien soporte
aflicción y padezca injustamente por tener conciencia de Dios. 20 Porque,
¿qué de notable hay si, cuando cometen pecado y son abofeteados, lo soportan?
Pero si lo soportan cuando hacen el bien y son afligidos, esto sí es aceptable
delante de Dios. 21 Pues para esto fueron llamados,
porque también Cristo sufrió por ustedes dejándoles[g] ejemplo para que sigan sus pisadas.
Y luego cita:
22 Él no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su
boca.
23 Cuando lo maldecían...
Y pensamos en el
relato que leemos en los evangelios de los soldados que rodeaban a Jesús
mientras estaba detenido; le vendaron los ojos, le golpearon con las manos y le
dijeron: "A ver, dinos nuestros nombres". Jesús podría haberles dicho
sus nombres, con los ojos vendados o no, pero no lo hizo. Se burlaron de Él y
le dijeron: "Si eres el Cristo, baja". Y, por supuesto, Jesús tampoco
respondió a eso.
23 Cuando lo maldecían, él no respondía con maldición.
Cuando padecía, no amenazaba sino que se encomendaba al que juzga con justicia.
Juega a nuestro favor
a los ojos de Dios si estamos dispuestos a sufrir por hacer lo que Él dice,
hacer lo que es correcto, guardar sus mandamientos y obedecerle fielmente.
Ahora bien, Jesús
no pecó, como señala Pedro, sin embargo sufrió oposición. Sufrió un odio que
duró todo el tiempo que estuvo en la esfera pública, especialmente el odio de
los líderes religiosos. Y, finalmente, esto lo llevó a ser acusado falsamente,
condenado por los judíos, vilipendiado, escupido, golpeado, azotado y
crucificado. Y Jesús lo permitió.
No respondió:
"Me vengaré de ustedes", o "Dios se encargará de ustedes, ¡ya
verán!". No dijo ninguna de esas cosas; solo lo permitió. Dios se
encargaría de las cosas a su manera, en su tiempo, sabiendo, por supuesto, que
estas eran personas engañadas. Y Dios aún les dará la oportunidad de ver en qué
se han equivocado.
Jesús explicó muy
claramente a los discípulos por qué vendría la persecución. Esto está en Juan
15, comenzando en el versículo 18. Les dice a ellos y a nosotros:
JUAN 15:18 “Si el mundo los aborrece, sepan que a mí me ha
aborrecido antes que a ustedes. 19 Si fueran del
mundo, el mundo amaría lo suyo. Pero ya no son del mundo sino que yo los elegí
del mundo; por eso el mundo los aborrece. 20 Acuérdense
de la palabra que yo les he dicho: ‘El siervo no es mayor que su señor’[a]. Si a mí me han perseguido [y ciertamente lo hicieron], también a ustedes
los perseguirán. Si han guardado mi palabra, también guardarán la de ustedes.
Pablo advirtió que
la persecución vendría sobre todo el pueblo de Dios. Al escribir a Timoteo en 2
Timoteo 3:12, Pablo escribió:
2 TIMOTEO 3:12 También todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo
Jesús serán perseguidos.
Cerca del final del
tiempo en que yo asistía a la Iglesia de Dios Universal, uno de los principales
(y, diré, falsos) ministros se burló de la idea de que la Iglesia había sido
perseguida en absoluto. Él no estaba siendo perseguido. Y yo pensaba después de
su declaración, que eso era porque en realidad él formaba parte del mundo y el
mundo amaba lo suyo. Él era una de las personas de las que ellos pensaban muy
bien, especialmente después de hacer lo que hizo. Y publicó libros y fue
aclamado, porque era parte de este mundo, no parte de la Iglesia de Dios. Él no
estaba siendo perseguido. Él estaba llevando a cabo la persecución y no lo
reconocía.
Después de
explicarle a este individuo durante una hora más o menos por qué yo no creía en
estas “nuevas” ideas y sobre el hecho de que él y otros estaban imponiendo esto
a la Iglesia, me dijo más bien despectivamente: "Bueno, John, quiero que
seas indulgente contigo mismo, y todo se aclarará con el tiempo". Pues
bien, yo no le dije nada directamente, pero cuando reflexioné sobre ello, me
dije a mí mismo: " Lo que está en verdad claro para mí es que aquí hay un
gran mal en marcha, y yo no quería dejarme engañar por él".
Y, al cabo de un
tiempo, parece que quedó claro por qué me dijo algo así, porque, por desgracia,
para algunas personas, el mismo enfoque que este hombre utilizó y defendió
cuando me dijo: "Sé indulgente contigo mismo. Todo se aclarará con el
tiempo". En realidad funcionó con ellos.
Muchas de estas
personas empezaron resistiéndose. Recuerdo a una persona que leyó uno de los
folletos que explicaban esta nueva idea y dijo: "Lo cogí y lo tiré lejos
en la habitación". Pero luego lo volvió a coger y lo leyó, una y otra vez.
Bueno, lo que debió
haber hecho era volver a la Biblia y ver lo que decía sobre este tema y
refrescar su mente en la verdad. Pero porque él no hizo eso, él y un
número de personas (muy prominentes que yo conocí) de alguna manera
eventualmente solo se voltearon, aunque ellos claramente en un tiempo
entendieron que estas cosas estaban equivocadas.
De hecho, un
evangelista me dijo que iba a llevar este material al Pastor General y
explicarle por qué estaba mal. Eso fue tal vez un martes o un miércoles. Y para
el Sabbath, ese mismo evangelista ya estaba predicando el nuevo material, así
como nada, casi de la noche a la mañana.
Estar en la Iglesia
nos hace ciertamente diferentes del mundo. Y esto es una presión constante,
porque hay un cierto deseo en todas las personas de ser aceptadas, de amoldarse
y de no destacar todo el tiempo. Es mucho más fácil ser como todos los que nos
rodean y dejarse llevar por la corriente. Es mucho más difícil tener que
defender lo que Dios dice y nadar contra la corriente, por así decirlo, año,
tras año, tras año, tras año. Pero Dios dice que eso es lo que se requiere.
MATEO 5:10 Bienaventurados
los que son perseguidos. . .
Aquellos que se
enfrentan a la presión del mundo y que lo soportan por el bien de hacer la
voluntad de Dios. Este tipo de presión es una forma sutil de persecución, y
puede conducir, por desgracia, a la muerte espiritual si no se resiste con
éxito.
Jesús también
advirtió de una persecución mucho más violenta y activa:
MATEO
10:16 “He aquí, yo los envío como a ovejas en medio de lobos. Sean,
pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas. 17 Guárdense
de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y en sus sinagogas los
azotarán.
El
pensamiento que me gustaría destacar aquí es que Jesús está diciendo:
"Ustedes son como ovejas". Las ovejas están relativamente indefensas
ante los lobos, y en este mundo no se trata de un solo lobo, sino que en
realidad estamos en medio de lobos. Por eso, dice, hay que ser muy sabios en la
forma de comportarse. Parte de esa sabiduría es mantenerse cerca de Dios y
tener sus palabras en nuestra mente. Y parte de esa sabiduría es actuar con
cuidado, con cautela, con prudencia, para no provocar una persecución indebida.
Sin
embargo, no importa lo que hagamos para evitarla, el mero hecho de ser el
pueblo de Dios traerá persecución, incluso de aquellos que están más cerca de
nosotros, porque saben quiénes somos. Saben en qué creemos. Tengo bastantes
parientes que tienen creencias diferentes, y algunos de ellos podrían, en algún
momento, volverse virulentamente antagónicos. Ahora mismo, no podría señalar a
nadie que quisiese entregarme a la Gestapo o algo así, pero, por otro lado,
podría ocurrir. Y, de hecho, Jesús dice que sucederá. En Mateo 10:21, solo
bajando unos versos, Él dice:
21 “El hermano entregará a muerte a su
hermano...
Normalmente,
pienso en esto en términos de hermanos físicos, pero también podría venir en la
forma de un hermano espiritual, en que hemos visto hermanos en la Iglesia negar
totalmente la fe, y ellos podrían muy bien entregarnos a nosotros.
... y el padre a su hijo. Se levantarán los hijos
contra sus padres y los harán morir.
Esa
es una declaración muy poderosa, cuando la consideramos.
22 Y serán aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero el
que persevere hasta el fin, este será salvo.
Al dar estas
severas advertencias sobre los peores tipos posibles de persecución que pueden
ocurrir, Jesús advirtió en contra de comprometerse para evitar la persecución.
32 “Por tanto, a todo el que me confiese
delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en
los cielos. 33 Y a cualquiera que me niegue delante
de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los
cielos.
Y pasando al
versículo 38, Él dice:
38 El que no toma su cruz y sigue en pos de mí no es
digno de mí.
Y, obviamente, una
cruz era una forma de ejecución por los romanos.
39 El que halla su vida la perderá…
De lo que Él está
hablando aquí es que si uno encuentra una manera de comprometer la verdad, y a
lo mejor satisfacer a las autoridades de que uno no es realmente un miembro de
la Iglesia, y está dispuesto a hacer algo que no debería estar haciendo, tal vez
pueda salvar su pellejo, tal vez pueda salvar esta vida física, pero va a
perder algo aún más importante, que es la vida eterna. Y continuando, Él dice:
…y el que
pierde su vida…
Bien, quien está
dispuesto a ser perseguido, aunque signifique la muerte:
… el que pierde su vida por mi causa, la hallará.
Es decir, hallará
la vida eterna.
Jesús termina esta
declaración con un pensamiento final acerca de ser perseguido por causa de la
justicia, diciendo:
MATEO 5:12 Gócense y alégrense…
cuando sean
perseguidos por causa de la justicia:
Gócense y alégrense…
Cosa bastante
difícil de hacer si estamos en medio de ella, a menos que estemos pensando en
lo que dice en el resto de este versículo:
…porque su recompensa es grande en los
cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
Las afirmaciones de
Jesús al principio del Sermón del Monte nos hablan de formas específicas de
pensar en las que debemos crecer y vivir, para estar en el reino de Dios.
·
Debemos
ser pobres de espíritu, humildes.
·
Debemos
lamentarnos cuando hemos pecado, arrepentirnos y tener un corazón y una actitud
contritos.
·
Debemos
ser mansos, amables y de carácter apacible.
·
Debemos
tener hambre y sed de la justicia de Dios; el carácter santo de Dios debe
formarse en nosotros.
·
Debemos
ser misericordiosos, amables y compasivos con los necesitados.
·
Debemos
ser sinceros, veraces, honestos, puros en nuestros pensamientos y motivos.
·
Debemos
esforzarnos por vivir en paz con los demás y trabajar favoreciendo la creación
de una atmósfera pacífica en nuestras relaciones.
·
Y,
debemos estar dispuestos a ser perseguidos por vivir a la manera de Dios.
A medida que
avanzamos en la vida, debemos esforzarnos por desarrollar estas formas de
pensar. La manera de pensar de Dios no es natural. Necesitamos el
Espíritu de Dios para poder pensar así. Pero con su ayuda, esto se convertirá
en nuestra forma de pensar, en nuestro carácter. Y entonces seremos bendecidos,
no solo en esta vida con buenas relaciones, sino aún más importante, tendremos
la bendición de estar en el reino de Dios.
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