3.3
LOS DÍAS SANTOS DE DIOS: AYER, HOY Y MAÑANA
Como los períodos de los días
santos bíblicos coinciden con las tres estaciones de la cosecha en la tierra de
Israel, algunos simplemente los descartan como una versión más de los
festivales de la cosecha o de acción de gracias que celebraban muchas culturas
antiguas.
Hoy sabemos, gracias al trabajo
en el campo de la psicología educativa, que cuanto más repasamos el
conocimiento y más lo conectamos con algo que ya sabemos, mejor podemos
asimilarlo.
Esto es exactamente lo que Dios
ha hecho. Al observar los días santos, los repasamos año tras año y recordamos
su significado individual. A través de la conexión, o vínculo, con símbolos
físicos como el cordero pascual, el pan ázimo, la cosecha, etc., este
conocimiento puede ser asimilado y recordado más fácilmente.
El fundamento de todos los días
santos de Dios es su plan de salvación para la humanidad.
El plan de Dios se nos muestra
anualmente a través de la observancia de estos días. Se nos queda grabado en la
mente y nos da perspectiva y esperanza para nuestra nuestra vida diaria.
EL SIGNIFICADO HISTÓRICO: EL
"AYER”
La revelación de los días
santos de Dios comienza con una promesa de liberación y salvación para la
nación de Israel. Éxodo 6:6 registra las palabras de Dios a los israelitas, que
en ese momento vivían bajo la esclavitud egipcia: "Os sacaré de debajo de
las cargas de los egipcios y os libraré de su esclavitud". Mientras
celebraban los días santos debían pensar continuamente en su liberación (Éxodo
13:3, 8).
En el Antiguo Testamento, los
días santos tenían una dimensión física y otra espiritual, aunque predominaba
la dimensión física.
¿Qué representaban los días
santos desde esta perspectiva histórica?
La Pascua, establecida
en Egipto, se celebraba para proteger de la muerte a los primogénitos. En
hebreo, Pascua significa "exención", "pasar por encima"
(Éxodo 12:11, 13).
Durante los Días de los
Panes sin Levadura, los israelitas salieron de Egipto a toda prisa (Éxodo
12:39); ni siquiera hubo tiempo suficiente para permitir que su pan se leudara
por la acción de la levadura. Fueron literalmente liberados de la esclavitud y
puestos en libertad.
Pentecostés, también llamada la Fiesta de
las Semanas o la Fiesta de las Primicias, demostraba a nivel físico la
bendición de Dios. Los hijos de Israel debían dar gracias por la primera
cosecha del año, que comenzaba en los Días de los Panes sin Levadura y terminaba
en Pentecostés. Según la tradición judía, la ley fue dada en Pentecostés.
Aunque eso no se menciona directamente en la Biblia, sí concuerda a la
perfección con las profecías de Jeremías y Ezequiel, que indicaban que llegaría
un tiempo en el que la ley se escribiría en los corazones (Jeremías 31:33;
Ezequiel 11:19-20). Examinaremos el desarrollo de esta revelación en la sección
titulada "Significado histórico ampliado" (más adelante).
La Fiesta de las Trompetas
era un día de rememoración, un memorial (Levítico 23:24). Antes de que Dios
apareciera en el monte Sinaí, se había escuchado el fuerte sonido de una
trompeta (Éxodo 19:16, 19). También debían tocarse trompetas para solicitar la
intervención de Dios (Números 10:9).
El Día de la Expiación
simbolizaba la propiciación, o reconciliación con Dios, de toda la nación por
sus pecados colectivos (mediante la ofrenda por el pecado) y la correcta
atribución de la culpa mediante dos machos cabríos (Levítico 16).
La Fiesta de los
Tabernáculos volvía al principio; los israelitas debían pensar en su
liberación de Egipto y en su posterior experiencia en el desierto cuando
habitaban en viviendas temporales (en hebreo sukkah, "choza" o
"tienda") (Levítico 23:43). Por otra parte, la Fiesta de los
Tabernáculos era también la fiesta de la gran cosecha (Éxodo 23:16). Era una
fiesta en la que se celebraban las bendiciones de Dios de abundancia, paz y
liberación de la esclavitud (Deuteronomio 16:13-15; Levítico 23:39-43).
El Último Gran Día seguía inmediatamente después
de terminar la Fiesta de los Tabernáculos y era una fiesta muy especial
(Levítico 23:36), considerada el punto culminante (Juan 7:37) y la conclusión
de la tercera temporada festiva del año.
Este fundamento histórico de
los días santos -liberación, salvación y bendición- es un mensaje perdurable de
todas las fiestas a lo largo de todos los tiempos.
ESTATUTOS PERPETUOS
Las fiestas de Dios son
estatutos perpetuos (Levítico 23:21, 31, 41).
Algunos pretenden que las
instrucciones dadas a los hijos de Israel sólo pueden aplicarse a ese pueblo
antiguo. Pero como se explica en el Módulo 1.2.2, la Iglesia de Dios de hoy
está formada por israelitas espirituales que todavía están sujetos a la
obligación de guardar los días santos de Dios.
Estos días aumentan nuestro
conocimiento de Dios, de su plan y de su camino. La intención de Dios es
"que sepan que yo soy el SEÑOR que los santifico" (Ezequiel 20:12).
Cuanto más conocemos los planes
de alguien, más profundamente llegamos a conocer a esa persona.
Los planes de Dios para todos
los tiempos se nos revelan a través de estos días santos.
Sin embargo, el plan de
salvación de Dios no terminó con la entrada de los hijos de Israel en la Tierra
Prometida. El significado histórico no es lo único que Dios reveló a través de
sus días santos. Incluso en el Antiguo Testamento, Dios enriqueció el significado
de estas fiestas.
EL SIGNIFICADO HISTÓRICO
AMPLIADO
Con el paso del tiempo, se fue
revelando más sobre el plan de Dios, y se expandió la comprensión del
significado de los días santos, prefigurando su significado o cumplimiento
futuro.
Isaías 53 retrata a un
"Cordero de Dios" que va al matadero para pagar el precio del pecado
humano y, de este modo, señala el cumplimiento de la Pascua por parte de
Jesucristo.
En el momento del
establecimiento del reino de Dios en la tierra, está profetizado otro
"éxodo" del pueblo de Dios: "[se] reunirá a los desterrados de
Israel, y [se] juntará a los dispersos de Judá desde los cuatro extremos de la
tierra" (Isaías 11:11-12; Joel 3:1). Los Días de los Panes sin Levadura
representan también ese segundo cumplimiento literal, un significado adicional.
El derramamiento del Espíritu Santo de Dios en el Nuevo Testamento, a partir de
Pentecostés del año 31 d.C., fue profetizado en Joel 2:28-29. Este sería
el comienzo de una cosecha espiritual. La ley de Dios sería escrita en los
corazones del Israel espiritual a través de la recepción del Espíritu Santo
(Ezequiel 36:27; Jeremías 31:31-33).
Es interesante observar que,
aunque estas profecías no se cumplieron sino hasta siglos más tarde, con el
primer Pentecostés de la Iglesia del Nuevo Testamento (Hechos 2:1-4;
Hebreos 8:10), la magnitud de la fiesta ya se ponía de manifiesto en tiempos
del Antiguo Testamento.
A través de los profetas, Dios
revela un significado de la Fiesta de las Trompetas que no era accesible
originalmente: La intervención directa de Dios en la historia de la humanidad,
simbolizada por el "día del Señor" (Sofonías 1:16), que comenzará con
el sonido de una trompeta. De nuevo se añade una dimensión adicional.
Históricamente, cuando se
celebraba el Día de la Expiación, su significado no quedaba plenamente
esclarecido. En la ceremonia relativa a esta fiesta (Levítico 16), vemos que
para que la expiación fuera completa, todos los pecados debían ser totalmente
eliminados. Los pecados del pueblo eran portados simbólicamente por dos machos
cabríos, uno de los cuales era sacrificado por el pueblo (ahora sabemos que
esta ceremonia señalaba a Jesucristo). El otro macho cabrío, llamado Azazel
(símbolo de Satanás, el engañador del pueblo) llevaba los pecados del pueblo
sobre su cabeza antes de ser enviado al desierto (Apocalipsis 20:2-3).
Aunque Satanás ya se había
revelado como el adversario de Dios y del ser humano en el Antiguo Testamento
(Job 1:6; Isaías 14:12-14), la conexión entre Satanás, nuestro adversario, y el
Día de la Expiación se hace evidente sólo a la luz de la revelación posterior
en el Nuevo Testamento. Véase el estudio ampliado a continuación: Módulo
2.(1.2.3).1 El macho cabrío de Azazel.
En cuanto a la Fiesta de los
Tabernáculos, Dios reveló adicionalmente a través de los profetas que, en
el futuro, todos los pueblos estarían incluidos en el plan de salvación de Dios
(Isaías 25:6-9). El significado histórico de la Fiesta de los Tabernáculos se
realzó al mostrar que representa un tiempo futuro de paz y abundancia bajo el
gobierno de Dios, tal como lo anunciaron Isaías y otros (Isaías 2:2-4; Miqueas
4:1-5).
Nuestra comprensión del Último
Gran Día incluye una resurrección a la vida física para el pueblo de Israel
(la tan conocida profecía sobre los "huesos secos" en Ezequiel 37).
Aunque la celebración histórica de este día festivo no indica ninguna conexión
con la resurrección, es interesante observar que Ezequiel, profeta del Antiguo
Testamento, ya había recibido información sobre tal acontecimiento. Módulo
1.2.4-El Sabbath: El día santo semanal.
UNA NUEVA DIMENSIÓN: EL
"HOY" Y EL "MAÑANA
Hemos examinado el significado
histórico de los días santos bíblicos, y hemos podido ver que su significado se
fue desarrollando a lo largo del Antiguo Testamento.
Nuestra comprensión del
significado completo de los días santos comienza con Jesucristo y el
establecimiento de la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento. A través de
Jesucristo y los apóstoles, Dios reveló una dimensión aún más profunda en el
Nuevo Testamento.
El fundamento de los días
santos de Dios, su plan de salvación, no se ha dejado de lado en el Nuevo
Testamento; por el contrario, se ha revelado un significado espiritual aún más
grandioso.
Las promesas de la nueva
alianza son increíblemente mayores que todo lo prometido al pueblo histórico de
Israel (Hebreos 8:6): lo que se nos ofrece es la salvación eterna (Hebreos
9:11-12).
El plan de salvación de Dios
entra en una nueva dimensión espiritual: se amplifica, se profundiza y se hace
glorioso.
Comenzaremos a abordar con más
detalle el significado de cada uno de los días santos -el "hoy" y el
"mañana"- en los siguientes módulos. Recuerde que Dios nos revela que
Él es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8).
Los días santos nos
proporcionan una comprensión del plan de salvación de Dios para la humanidad -histórica,
actual y futura- "ayer, hoy y mañana".
Lea sobre el primero de los
días santos, que es una bendición semanal, en El Sabbath: Un día sagrado
semanal.
PUNTOS ESENCIALES DE ESTE
MÓDULO
·
El
fundamento de todos los días santos es el plan de salvación de Dios para la
humanidad.
·
El
fundamento histórico de los días festivos -liberación, salvación y bendición-
es un mensaje perdurable a través de todos los tiempos.
·
El
significado de los días santos ya había sido ampliado desde los tiempos del
Antiguo Testamento.
·
El
Nuevo Testamento añade una nueva dimensión espiritual, ampliada, profundizada y
glorificada.
·
Dios
es el mismo ayer, hoy y siempre.
ESTUDIO AMPLIADO
·
"El
macho cabrío de Azazel: ¿qué representa?
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