5.18 GNOSTICISMO
Popularizado por El Código Da
Vinci y la publicación del Evangelio de Judas, el gnosticismo ha pasado a
formar parte de la cultura actual. Sus seguidores lo presentan como parte del
cristianismo original. Sin embargo, hasta la segunda mitad del siglo XX,
nuestro conocimiento de los gnósticos procedía en gran medida de quienes
argumentaron en su contra en los primeros siglos de esta era. De hecho, no se
sabe de nadie que se hubiera hecho llamar a sí mismo gnóstico. Se trataba más
bien de una etiqueta proporcionada por sus oponentes. El descubrimiento en 1945
y la posterior traducción de los documentos de Nag Hammadi han abierto
una ventana a las creencias de este grupo. Está claro que no formaban parte de
los seguidores de Jesucristo.
La literatura sobre el
cristianismo primitivo se refiere a menudo a los gnósticos y a sus creencias,
que hoy llamamos gnosticismo. Padres de la Iglesia Católica como Justino Mártir
e Ireneo lo consideraban una herejía contra la que había que luchar. Como
religión filosófica y mística, el gnosticismo alcanzó su apogeo en los siglos
II y III. Surgieron diferentes variedades de gnosticismo, cada una de las
cuales reflejaba los planteamientos de cada maestro en particular. El Nuevo
Testamento también lo menciona de una manera conceptual limitada. Varias
referencias indican que, como amalgama de ideas religiosas en su mayoría de
origen no bíblico, el gnosticismo pudo haber estado ya haciendo acto de
presencia en tiempos de los apóstoles.
La palabra "gnosticismo" deriva del griego gnosis que
significa "conocimiento".
Mientras que los apóstoles Pedro y Pablo usaron la palabra
"gnosis" de forma neutral en sus epístolas, Pablo también escribió a
Timoteo sobre la falsa "gnosis". Dijo: "…guarda lo que
se te ha encomendado, evitando las profanas y vanas palabrerías y los
argumentos de la falsamente llamada ciencia "
(1 Timoteo 6:20).
Fuera lo que fuese esta gnosis, no era verdadero conocimiento.
Si examinamos más de cerca las enseñanzas de los gnósticos,
descubriremos que buscaban el conocimiento que les proporcionaría la salvación.
Sin embargo, no era el verdadero conocimiento de Dios el Padre y de Jesucristo.
Afirmaban que se les había revelado un conocimiento especial sobre el
origen del mundo y la maldad humana. No obstante, su conocimiento se basaba en
mitos paganos y conceptos filosóficos.
"La divisa gnóstica era el conocimiento, la posesión de secretos
que, en última instancia, servirían a la unión del alma con Dios. La finalidad
del conocimiento era por tanto la salvación, que comprendía la purificación y
la inmortalidad, y se situaba en un marco conceptual de filosofía
contemporánea, mitología y astrología, con diferentes elementos prevaleciendo en
diferentes sistemas" (Nuevo Diccionario Bíblico, artículo
"Gnosticismo").
Un escritor dijo que el gnosticismo "es una religión de
conocimiento salvador, y el conocimiento es esencialmente autoconocimiento,
reconocimiento del elemento divino que constituye el verdadero yo. A este
reconocimiento se añade una desconcertante variedad de mitos y prácticas
cultuales" (p. 10, Gnosticismo y Cristianismo Primitivo, de R. M. Grant;
Harper & Row, Nueva York, 1966).
Los gnósticos consideraban que el mundo de la materia física era
básicamente maligno. Creían que su conocimiento superior podría salvarles de
este mundo maligno y que serían transformados al reino espiritual. Pensaban que
su conocimiento iluminaría a una persona con el poder de estar a cargo de su
destino. Aunque Jesús revelo conocimiento y sabiduría, no le aceptaron como su
Salvador. La salvación para ellos provenía de tener un conocimiento especial,
no de la fe en Jesucristo como Salvador.
Así que, en cuanto a ideas de salvación, tenemos una gran desviación de
la totalidad del registro bíblico.
Obtener conocimiento oculto y secreto era el camino gnóstico a la
salvación.
El conocimiento del Antiguo Testamento fue en gran parte rechazado o
alegorizado por los gnósticos como fábulas sin sentido. Querían liberarse del
Dios del Antiguo Testamento y de su ley, o de cualquier ley en realidad. La
salvación era una liberación de las restricciones del universo físico. Al
final, querían libertad para ejercer su sensualidad como les placiera. Esto
condujo a algunos grupos a una moralidad degradada.
EL GNOSTICISMO EN EL PERIODO DEL NUEVO TESTAMENTO
Es cierto que los términos "gnóstico" y
"gnosticismo" no aparecen en el Nuevo Testamento. "Sin embargo,
el Nuevo Testamento nos obliga a reconocer la existencia de ciertas tendencias
gnósticas en la propia Iglesia apostólica" (Columna 1739, Enciclopedia
Bíblica de T.K. Cheyne y J. Sutherland; Adam & Charles Black, Londres,
1914).
Del propio Nuevo Testamento se desprende que los apóstoles estaban
comprometidos en una lucha contra herejías de diversa índole.
Siguiendo este planteamiento, muchos comentaristas han intentado
previamente relacionar diversos escritos del Nuevo Testamento con los
gnósticos, principalmente el Evangelio de Juan y algunas de las Epístolas de
Pablo, como sus comentarios a las Iglesias de Galacia y Colosas. Sin embargo,
la investigación actual ha demostrado que el Evangelio de Juan es claramente un
documento judío y que Pablo abordó problemas creados por diferentes grupos en
cada una de las epístolas mencionadas. Con los gálatas, el desafío provenía de
grupos judíos que deseaban que los gálatas se convirtieran totalmente en judíos
para ser salvos. La Iglesia de Colosas se enfrentó el desafío de una escuela
filosófica griega.
Pablo sí abordó el problema del ascetismo en su carta a los colosenses
cuando escribió: "Siendo que la muerte de
ustedes con Cristo los separó de los principios elementales del mundo, ¿por
qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a ordenanzas como: “No
uses ni gustes ni toques”? Tales cosas son destinadas a perecer con el uso
pues son según los mandamientos y las doctrinas de hombres." (Colosenses 2:20-22). Estos conceptos se convirtieron en
centrales para muchos de los gnósticos, lo que demuestra el grado de influencia
de la tradición filosófica griega en sus ideas.
Muchos gnósticos adoptaron una actitud radicalmente ascética hacia la
comida y la bebida, así como hacia el sexo y el matrimonio. Algunos
consideraban la creación de la mujer como la fuente del mal, mientras que otros
exaltaban la feminidad. El elemento común a todos los gnósticos era que toda la
materia se consideraba maligna, incluido el cuerpo humano. Algunos pensaban que
el único camino hacia la perfección era castigar al cuerpo absteniéndose de
comer, beber o mantener relaciones sexuales.
Esto establece que los gnósticos no estaban directamente relacionados
con las enseñanzas de las Escrituras en las que se afirma que la creación
física era buena (Génesis 1:31). Tan radical era la reinterpretación de las
Escrituras que un escritor describió el gnosticismo como "antisemitismo
cósmico". Se han desechado en gran medida los primitivos esfuerzos por
vincular alguna forma de judaísmo a los gnósticos.
Una evaluación cuidadosa de los seguidores de Jesucristo, que aceptaron
el Antiguo Testamento -las Sagradas Escrituras- como la revelación de Dios y
luego escribieron el Nuevo Testamento sobre esa base, niega que los gnósticos
pretendieran ser seguidores de Jesucristo.
¿QUIÉN FUE EL PRIMER GNÓSTICO?
Un sistema religioso falso comenzó a desarrollarse muy temprano durante
la era apostólica. Incluso en una de las primeras epístolas de Pablo, se nos
dice que "ya está obrando el misterio de la iniquidad"
(2 Tesalonicenses 2:7). El papel de Simón el Mago, el samaritano, en ese
desarrollo, puede discernirse mediante un estudio cuidadoso de las fuentes
históricas disponibles.
Justino Mártir, Hegesipo e Ireneo consideraban a Simón el Mago como el
padre del gnosticismo y el autor de toda herejía. Según muchos eruditos, se
trataba del mismo Simón el Hechicero mencionado en Hechos 8.
Escribiendo a finales del siglo XIX, McGiffert dijo: "Este Simón el
Mago, como se le llamaba, desempeñó un papel muy importante en la historia de
la Iglesia primitiva. Fue ampliamente considerado como el padre de todas las
herejías, y la existencia de una secta herética que lo reclamaba como su
fundador, llamándose a sí misma con el nombre de él, está atestiguada por un
número de escritores del siglo II. No cabe duda, a la luz de las referencias
que se hacen de él en los Hechos y en los escritos de Justino Mártir e Ireneo,
de que Simón pretendía ser el Mesías, y que instituyó un movimiento mesiánico
en Samaria, que pretendía rivalizar y suplantar al cristianismo, o bien ocupar
entre los samaritanos el lugar que ocupó el movimiento mesiánico de Jesús entre
los judíos.”
"Su esfuerzo por rivalizar y superar a Jesús, comenzó muy
probablemente, tal y como lo registra Lucas, después de su contacto con los
cristianos. Su sistema religioso era aparentemente un sincretismo de elementos
judíos y orientales, y se parecía mucho a algunas formas de gnosticismo del
siglo II, si no es que las originó" (pp. 99-100, Una historia del
cristianismo en la era apostólica, por A. C. McGiffert; T. & T. Clark,
Edimburgo, 1897).
Con la comprensión del gnosticismo obtenida a partir del descubrimiento
de los documentos de Nag Hammadi, este papel de Simón el Mago como
gnóstico ha recibido mayor atención y estudio, teniendo como resultado que la
conexión de ambos se acepte como una posibilidad. Por lo menos se le
describiría como una figura pre o protognóstica, basándose en las definiciones
actuales de los gnósticos y el gnosticismo y en la descripción proporcionada
por fuentes contemporáneas. Sus sucesores, los simonianos, claramente deseaban
crear un sistema religioso que desafiara el papel de los apóstoles y de los
seguidores de Jesucristo.
Lucas, el historiador del Nuevo Testamento, expuso la actitud de Simón
el Mago, que más tarde se convirtió en el líder de una religión herética que
derivó en lo que se conoció como gnosticismo.
Podemos encontrar los detalles en el relato de Lucas en Hechos, capítulo
8. Simón era un samaritano que utilizaba poderes demoníacos para hacer milagros
y prodigios (versículo 9). Samaria lo adoraba como a un dios diciendo: " ¡Este sí que
es el Poder de Dios, llamado Grande!" (versículo 10). Las
gentes… "Le prestaban atención, porque con sus artes mágicas les había asombrado
por mucho tiempo." (versículo 11). Simón profesó creer en el
cristianismo y se bautizó (versículo 13), pero era ambicioso y buscaba el poder
y la autoridad que tenían los apóstoles (versículos 18-20). Incluso ofreció
dinero por el cargo de apóstol en la Iglesia. Tal acto se llama
"simonía" hasta el día de hoy. Pedro le reprendió y le dijo que se
arrepintiera de su acción y de su actitud pecaminosa (versículos 21-23). Lo que
sucedió después está registrado por los historiadores seculares.
"Parece indudable que Lucas conocía la reputación que adquirió
Simón, y que consideró la historia posterior de Simón como el resultado natural
de lo ocurrido al principio de sus relaciones con los cristianos. Pero no hay
por qué suponer que cuando Simón rompió con el cristianismo renunció a todo lo
que allí había aprendido. Es más probable que llevara consigo algunas de las
ideas cristianas y que las tejiera en un sistema propio. Este sistema contenía
algunos de los gérmenes posteriores del gnosticismo" (Diccionario de la
Iglesia Apostólica, por James Hastings, Vol. 2, p. 497; T. & T. Clark,
Edimburgo, 1918).
Otros registros muestran que Simón no se arrepintió de su pecado. En
cambio, se propuso establecer una religión universal propia y viajó a Roma, que
era el centro del Imperio, como lo relata Justino Mártir. "Así se
convirtió en líder de una secta retrógrada, tal vez nominalmente cristiana y
ciertamente utilizando parte de la terminología cristiana, pero en realidad
anticristiana y exaltando a Simón mismo a la posición central que el
cristianismo asignaba a Jesucristo" (ibid.).
Los eruditos se dieron cuenta de que Lucas relató los inicios de Simón
debido a su posterior notoriedad y peligrosidad para la Iglesia.
Por lo tanto, Lucas, el historiador, recogió, con clara intención, el
incidente del encuentro de Simón con Pedro. Quería desenmascarar a Simón como
líder de un falso sistema religioso. En la literatura cristiana primitiva,
Simón el Mago "es representado por haber reclamado honores divinos y haber
establecido una religión rival al cristianismo después de su encuentro con los
apóstoles, intentando transferir a sí mismo la adoración que los hombres
rendían a Jesús" (p. 523, Enciclopedia de Religión y Ética, editada por
James Hastings; T. & T. Clark, Edimburgo, 1958).
Los seguidores de Simón se hacían llamar simonianos. En cuanto a sus
creencias heréticas, "sus doctrinas eran una mezcla de nociones judías,
griegas y orientales; se referían a misterios y revelaciones; practicaban las
artes de la conjuración y la adivinación; y parece que en muchos de ellos había
una mezcla de impostura consciente con autoengaño y credulidad
supersticiosa" (p. 57, Historia de la Iglesia Cristiana, por James C.
Robertson; John Murray, Londres, 1875).
La mezcla sincretista de filosofía pagana, mitología y un cristianismo
pervertido era una característica del gnosticismo.
Pero las creencias y prácticas de los simonianos tenían un origen
precristiano. Muchos conceptos, creencias y prácticas del gnosticismo son
anteriores al cristianismo. Varios autores lo señalan. Harnack, un historiador
de la Iglesia, escribió: "Mucho antes de la aparición del cristianismo, se
habían producido combinaciones de religión en Siria y Palestina, especialmente
en Samaria [el hogar de Simón el Mago] en la medida en que, por un lado, la
filosofía religiosa asiria y babilónica, acompañada de sus mitos, y por otro,
la religión popular griega, con sus múltiples interpretaciones, habían
penetrado hasta la orilla oriental del Mediterráneo...". (Historia del Dogma, por Adolf Harnack, Vol. I, cap. IV, pp. 243-244;
Williams and Norgate, Londres, 1894).
EL ORIGEN BABILÓNICO
Harnack continúa diciendo que Simón el Mago y otros "proclamaron
una doctrina en la que la fe judía estaba extraña y grotescamente mezclada con
mitos babilónicos, junto con algunas adiciones griegas" (ibid., p. 245).
La mitología era una característica principal de todos los sistemas gnósticos.
Así pues, desde el comienzo mismo de la Iglesia, el germen de lo que
llegó a ser el gnosticismo se fue desarrollando como una amenaza para el
cristianismo. Incluso en el primer siglo, en varios lugares, hombres infectados
con la herejía gnóstica comenzaron a erigir sociedades distintas.
Pocos se dan cuenta de hasta qué punto la religión mistérica babilónica
ha influido en las creencias y prácticas de la gente de hoy. Las celebraciones
tradicionales que se consideran cristianas, como la Navidad y la Semana Santa,
se remontan a Babilonia.
EL AUTOR DE TODAS LAS HEREJÍAS
Eusebio de Cesarea (ca. 264-339) reconoció que el iniciador de toda herejía
fue apropiadamente reconocido por el apóstol Juan como Satanás el diablo, que
"engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Eusebio registra esta
visión clásica en su Historia Eclesiástica de la siguiente manera: "Como
lámparas resplandecientes las iglesias brillaban ahora por todo el mundo, y la
fe en nuestro Salvador y Señor Jesucristo florecía entre toda la humanidad,
cuando el diablo que odia lo que es bueno, como enemigo de la verdad, siempre
el más hostil a la salvación del hombre, lanzó todas sus artimañas contra la
iglesia. . ." (Historia Eclesiástica de Eusebio, Vol. I, cap. IV, 7;
edición Loeb).
Remontándonos hasta el momento de la creación, encontramos a Satanás en
forma de serpiente tentando a Eva para que comiera del fruto prohibido del
"árbol de la ciencia del bien y del mal" (Génesis 2:16-17). La
serpiente le dijo a Eva que no moriría si desobedecía a Dios al hacerlo. " Es que Dios sabe que el día que coman de él, los
ojos les serán abiertos, y serán como Dios, conociendo el bien y el mal." En efecto, lo que dijo Satanás fue: "Tú y Adán pueden saber
por ustedes mismos lo que está bien y lo que está mal. Pueden establecer sus
propias leyes y a través de la experiencia de vivir como les plazca, pueden
disfrutar de todo lo que su corazón desee."
Al desobedecer a Dios, Adán y Eva rechazaron sus leyes y su gobierno. Lo
rechazaron como fuente básica de conocimiento. En su lugar, quisieron tener la
autoridad para determinar por sí mismos lo que está bien y lo que está mal.
Querían producir su propio conocimiento, ya fuera bueno o malo.
A partir de ese día, la humanidad ha buscado el conocimiento, tanto el
bueno como el malo. En este mundo hay mucho falso conocimiento que conduce al
mal. Lo que necesitamos es "conocer el misterio de Dios y Padre]; es decir, Cristo mismo. 3 En
él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento." (Colosenses 2:2-3).
PUNTOS ESENCIALES DE ESTE MÓDULO:
· El término gnosticismo viene de la palabra griega gnosis que significa "conocimiento".
·
Los gnósticos buscaban el conocimiento secreto como
vía de salvación del mal.
·
Durante los tiempos del Nuevo Testamento algunas
herejías involucraban conceptos gnósticos.
·
Simón el Mago fue el autor de una religión universal
de misterio que rivalizaba con el cristianismo.
·
La religión simoniana se basaba en los mitos
babilónicos.
·
Nimrod y Semiramis originaron la religión mistérica
babilónica.
·
Muchas celebraciones y prácticas tradicionales del
cristianismo actual se remontan a Babilonia.
·
El conocimiento de Dios y su estilo de vida es lo
importante a buscar.
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