El Evangelio de la Magdalena. ¿Qué sabemos realmente de María Magdalena? Mark J. Hulme. Artículo

 El Evangelio de la Magdalena. ¿Qué sabemos realmente de María Magdalena?

Mark J. Hulme

 

Originalmente publicado en Revista Visión.

PRIMAVERA 2024.

Religión y Espiritualidad

Historia

 


La Biblia ofrece pocos detalles sobre ella. Sin embargo, María Magdalena es una figura extraordinaria en textos no bíblicos. ¿Qué podemos saber sobre ella y su importancia histórica?

Entre las muchas mujeres cuyas historias aparecen en la Biblia, una en particular ha acaparado mucha atención en los últimos años. Se trata de una de las más mencionadas entre los discípulos femeninos de Jesús, que aparece en cada uno de los cuatro Evangelios. El catolicismo se refiere a ella como Santa María Magdalena, identificándola también a la vez como apóstol y como pecadora. Además, textos apócrifos como el Evangelio de María contienen intrigantes especulaciones sobre su vida y su papel en la Iglesia primitiva.

La teóloga Meggan Watterson destaca el Evangelio de María como fuente de nuevos conocimientos y prácticas religiosas en su libro María Magdalena revelada: la primera apóstol, su evangelio feminista y el cristianismo que aún no hemos experimentado. El sitio web de Watterson describe el Evangelio de María como "tan antiguo y auténtico como cualquiera de los evangelios que contiene la Biblia cristiana". Continúa diciendo que "fue enterrado en las profundidades del desierto egipcio después de que se enviara un edicto en el siglo IV para que se destruyeran todas las copias de este. Afortunadamente, algunos monjes rebeldes fueron lo suficientemente sabios como para negarse, y gracias a su desobediencia y valentía espiritual, tenemos varios manuscritos del único evangelio que fue escrito en nombre de una mujer: El Evangelio de María Magdalena".

Esto es intrigante, pero ¿son fiables este evangelio y su historia? ¿Quién es la homónima del libro y qué podemos saber con certeza sobre ella?

Analicemos primero lo que dice la Biblia sobre María Magdalena y luego veamos en qué difiere ese relato de otras fuentes.

¿QUIÉN ERA ELLA?

El término Magdalena sugiere el lugar de origen de María, que se entiende que era Magdala, una ciudad situada en el lado occidental del mar de Galilea, entre Caná y Nazaret. La Biblia indica que Jesús viajó varias veces por esta zona en sus primeros años de vida y ministerio, difundiendo su mensaje y encontrando un público atento de seguidores que creían en sus palabras.

Una de las primeras referencias a María se encuentra en el libro de Lucas, donde figura entre la comunidad de creyentes: " Aconteció después, que él andaba de ciudad en ciudad y de aldea en aldea predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios. Los doce iban con él, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios; Juana, la mujer de Cuza, administrador de Herodes; Susana, y muchas otras. Ellas les servían con sus bienes" (Lucas 8:1-3).

Aunque la Biblia dice que María había sido curada de la influencia demoníaca, no da más detalles sobre su condición anterior, ya que no parece ser relevante para el resto de su historia. El relato no dice específicamente que Jesús fuera quien la curó, pero sus problemas anteriores fueron resueltos y ella parece haberse convertido en seguidora de Jesús a partir de ese momento.

"María Magdalena es el único personaje importante del Nuevo Testamento de quien se dijo que se habían exorcizado demonios. Ahora bien, ésta es la única mención de María Magdalena en los evangelios con anterioridad a la crucifixión de Jesús." PHILLIP C. ARNOLD, MARÍA MAGDALENA: UNA HISTORIA CULTURAL

Este pasaje del Evangelio de Lucas también sugiere que María era una mujer acomodada, que apoyaba financieramente el trabajo de Jesús. Ejemplos posteriores demuestran que se trataba de una práctica habitual. Mujeres como Lidia, mencionada en Hechos 16, apoyaron de este modo a los seguidores de Jesús en el primer siglo.

Todas las demás referencias bíblicas a María se encuentran en los relatos de las últimas horas de Jesús. En la escena de la crucifixión, parece que muchos discípulos habían abandonado a su maestro, pero María y otras seguidoras estaban presentes, "mirando desde lejos" cómo moría Jesús (Mateo 27:55-56; Marcos 15:40-41).

María Magdalena, como una de las que permanecieron cerca durante estos acontecimientos, esperó, observó y tomó nota del lugar donde Jesús fue enterrado (Marcos 15:47). El relato bíblico indica que más tarde ella y otros trajeron especias para ungir su cuerpo, pero encontraron la tumba ya abierta (Marcos 16:1). María fue la primera en ver a Jesús tras su resurrección, por lo que Él le encargó que llevara la noticia a los demás discípulos (Juan 20:10-18).

Con el tiempo, Jesús se apareció al resto de los discípulos en diversos contextos, y también a muchos otros (1 Corintios 15:3-8). La Biblia simplemente menciona a María como uno de esos muchos testigos, aunque fue ella quien llevó el mensaje inicial al grupo de discípulos temerosos. Pero con la conclusión de los relatos evangélicos, también termina la historia de María.

QUIÉN NO ERA

Aunque su historia bíblica no es complicada, existen algunos malentendidos comunes sobre María Magdalena.

Una idea persistente es que era una antigua prostituta. Lucas 7 describe a una mujer pecadora que ungió los pies de Jesús y fue perdonada. Sin embargo, esta mujer no es nombrada, y no hay ninguna indicación en la Biblia de que fuera María Magdalena.

Un acontecimiento similar en Juan 12 contribuye a la confusión. Entre los seguidores de Jesús había un hombre llamado Lázaro y sus dos hermanas, María y Marta. Esta María realizó una unción similar, por lo que su identidad se ha confundido con la de la mujer sin nombre de Lucas. Múltiples historias se han fusionado en una sola, creando una figura compuesta comúnmente identificada como María Magdalena.

Desgraciadamente, esta confusión se formalizó en 591 d.C., cuando el papa Gregorio I escribió una homilía en la que identificaba a María Magdalena como la mujer pecadora de Lucas 7 y nombraba explícitamente ese pecado como sexual, un detalle que no se expresa en la narración bíblica. Esta opinión parece basarse más en el dogma católico romano que en una lectura atenta del texto. A pesar de que en 1969 la Iglesia Católica Romana se retractó discretamente de esa enseñanza, la idea persiste.

Otra idea propuesta en los últimos años se ha sumado a la leyenda que rodea a María. Algunos han postulado que Jesús tuvo una relación física con ella, una teoría recogida por la cultura popular en novelas y películas como La Última Tentación de Cristo. A medida que la idea se fue desarrollando, María se convirtió en el "santo grial" de la leyenda, sugiriendo que ella y Jesús tuvieron hijos juntos, y que su linaje incluía a los reyes merovingios franceses.

La idea de una relación física se ve reforzada por una línea del Evangelio gnóstico de Felipe. Descubierta en 1945 en una colección de códices en Nag Hammadi (Egipto), esta obra apócrifa afirma tentadoramente que "[el Señor amaba a María] más que [a todos] los discípulos, y la besaba en [la boca] a menudo. Los demás también... le decían: '¿Por qué la amas más que a todos nosotros?".


Un fragmento del Evangelio de María, que muestra vacíos de diversos tamaños donde el papiro se ha descompuesto a lo largo de los siglos. Cuando los paleógrafos intentan rellenar el texto que falta, a veces tienen que adivinar lo que se escribió allí.

Sin embargo, este texto es difícil de descifrar porque las páginas originales están dañadas. Los vacíos en el texto se deben a lagunas o agujeros en el papiro antiguo. Las secciones señaladas con elipsis son demasiado largas para sugerir las palabras que faltan. En el ejemplo anterior, la elipsis da lugar a una frase incompleta. Para encontrar las palabras entre corchetes que cubran las lagunas más pequeñas, los paleógrafos se basan en pistas de otras secciones del documento o de textos comparables de la época en que se escribió el documento. Pero estas palabras son conjeturas. Así, en lugar de boca, la palabra que falta podría ser mano, mejilla, frente o pies; por eso, otros comentaristas la dejan simplemente como una incógnita.

"El autor del Evangelio de Felipe no intenta sugerir que Jesús y María fueran amantes. Sólo quiere elevar a María al mismo nivel, o incluso más allá, de los demás discípulos." CRAIG A. EVANS, FABRICANDO A JESÚS: CÓMO LOS ERUDITOS MODERNOS DISTORSIONAN LOS EVANGELIOS.

¿Podemos concluir que este texto es prueba de una relación no platónica, o incluso de un matrimonio? En la época de los escritores evangélicos, un beso era una forma habitual de saludo y no tenía por qué tener ninguna connotación sexual. El apóstol Pablo, por ejemplo, cierra su segunda carta a los Corintios diciéndoles que "se saluden con un beso santo" (2 Corintios 13:12).

Esta misma forma de saludo aparece en otros libros del Nuevo Testamento, incluido el libro de Mateo, donde Judas saluda y traiciona a Jesús con un beso. Por muy tentadora que sea la idea, no hay pruebas de que este saludo indique una relación física o marital entre Jesús y María Magdalena.

IDEAS GNOSTICAS DEL SIGLO II

El Evangelio de María se descubrió por primera vez como parte del Códice de Berlín a finales del siglo XIX en Egipto. Sólo se encontraron seis de las 19 páginas de la obra. Unas décadas más tarde se descubrieron otros dos fragmentos, cuya traducción se publicó por primera vez en 1955.

Esther A. de Boer, que fue profesora de Nuevo Testamento en la Universidad Teológica Protestante de Kampen (Países Bajos), escribió varios libros sobre el Evangelio de María. En El Evangelio de María: Más allá de una María Magdalena gnóstica y bíblica, afirmó que este evangelio apócrifo "es claramente diferente de los Evangelios del Nuevo Testamento. Mientras que los Evangelios del Nuevo Testamento describen la obra de Jesús en su vida terrenal, el Evangelio de María describe un diálogo posterior a la resurrección que es más bien filosófico".

En otras palabras, este evangelio relata discusiones entre los discípulos y María que ocurren después de la resurrección. Pedro le pide a María que le diga qué conocimientos secretos le dio Jesús; luego hay una de varias lagunas en el manuscrito, tras la cual ella describe el alma ascendiendo por los reinos celestiales bajo el control de diversas fuerzas malignas.

Según de Boer, el Nuevo Testamento sí recoge este tipo de discusiones entre Jesús y los discípulos tras la resurrección, pero "no versan sobre nociones como materia y naturaleza, y mucho menos sobre el origen de una visión, la relación entre alma, espíritu y mente, y los peligros que el alma tiene que vencer en su camino hacia el descanso eterno". Los Evangelios y los Hechos describen estas conversaciones como más prácticas, con los seguidores de Jesús queriendo saber cómo cambiaría la vida para ellos: ¿Qué acontecimientos deberían esperar a continuación? ¿Qué nueva interpretación aportaría Cristo a las Escrituras? ¿Qué deberían hacer los discípulos en el futuro?

CONOCIMIENTO SECRETO

Se entiende que gran parte del material de estas obras apócrifas procede de una tradición filosófica diferente, que se desarrolló paralelamente al judaísmo del siglo I y a la Iglesia primitiva del Nuevo Testamento.

El gnosticismo era un conjunto de ideas y creencias sincretistas centradas en el conocimiento secreto, o gnosis en griego. Arraigado entre algunos cristianos del siglo II, sostenía que el cuerpo humano estaba corrompido, pero que el espíritu humano era naturalmente bueno. Liberar el alma de su prisión física era, por tanto, el verdadero objetivo en la búsqueda de la salvación; y liberar el alma requería acceder a un conocimiento misterioso que sólo los gnósticos poseían.

"Había límites de creencia y comportamiento incluso en el primer siglo, límites más allá de los cuales los seguidores de Jesús sabían que no debían ir; y los documentos gnósticos claramente cruzaban estos límites de varias maneras." BEN WITHERINGTON III, ¿QUÉ HAN HECHO CON JESÚS? MÁS ALLÁ DE EXTRAÑAS TEORÍAS Y MALA HISTORIA - POR QUÉ PODEMOS CONFIAR EN LA BIBLIA

Algunos gnósticos niegan que Jesús tuviera un cuerpo físico real (ya que eso sería maligno), y por lo tanto su humanidad y su resurrección fueron ilusiones. Otros dicen que sí tuvo un cuerpo físico, pero que estaba separado de su espíritu, de modo que el cuerpo que habitaba sí sufrió y murió, pero el espíritu nunca sufrió.

El apóstol Pablo y otros escritores bíblicos combatieron activamente las ideas gnósticas que ya se estaban desarrollando en el siglo I, así como otras contrarias a las enseñanzas de Jesús. Pablo advirtió a la Iglesia primitiva " Miren que nadie los lleve cautivos por medio de filosofías y vanas sutilezas, conforme a la tradición de hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no conforme a Cristo" (Colosenses 2:8).

LOS RIESGOS DE LA ESPECULACIÓN

El estudioso del Nuevo Testamento Ben Witherington III explica que "aunque pueda estar de moda sugerir que deberíamos ser benevolentes e incluir los textos gnósticos junto con el Nuevo Testamento como fuentes igualmente válidas de la verdad sobre el cristianismo primitivo, la verdad es que ambas fuentes no pueden ser correctas sobre el Jesús histórico, ni sobre la naturaleza del movimiento que puso en marcha, ni sobre las personas con las que se relacionó, como María Magdalena".

En otras palabras, los escritos gnósticos, incluidos los evangelios de Felipe y María, fueron excluidos de la Biblia por una razón: no sólo son obras posteriores, sino que presentan ideas contradictorias que no son compatibles con quién fue Jesús y con lo que enseñó.

Otro de los primeros escritores del Nuevo Testamento animó a los seguidores de Jesús a que, cuando las cosas se pusieran difíciles, tuvieran una fuente fiable a la que acudir sin necesidad de recurrir a conocimientos secretos o a la filosofía: "Pero persiste tú en lo que has aprendido y te has persuadido, sabiendo de quiénes lo has aprendido 15 y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:14-17).

Sin duda, debe de ser emocionante tropezar con un documento inédito, un trozo de historia que parece contar una versión distinta de la que conocemos. Una nueva verdad, una nueva interpretación, una nueva idea... puede ser intrigante. Puede poner en tela de juicio creencias anteriores y, tal vez, abrir nuevas formas de ver y contextualizar lo que entendemos. Pero aunque es importante estar abierto a la corrección de ideas erróneas, hay que ser prudente cuando aparecen contradicciones y cuando la falta de información o los prejuicios personales dan lugar a especulaciones o conclusiones injustificadas.

En el campo de la erudición bíblica, cuando un documento, fragmento o idea recién descubiertos no concuerdan con una lectura atenta del texto bíblico, merece la pena examinarlos críticamente. Especular y llenar lagunas basándose en nuestras propias opiniones, tradiciones o filosofías puede llevar fácilmente a la confusión y al error.

 

REFERENCIAS SELECCIONADAS

1.        Esther A. de Boer, El Evangelio de María: Más allá de una María Magdalena gnóstica y bíblica (2004).

2.        Craig A. Evans, Fabricando a Jesús: Cómo los eruditos modernos distorsionan los Evangelios (2006).

3.      Stephen J. Shoemaker, " Repensar la 'María gnóstica': María de Nazaret y María de Magdala en la tradición cristiana primitiva", Revista de Estudios Cristianos Primitivos (invierno de 2001).

4.   Meggan Watterson, María Magdalena revelada: El primer apóstol, su evangelio feminista y el cristianismo que aún no hemos experimentado (2019).

5.       Ben Witherington III, ¿Qué han hecho con Jesús? Más allá de extrañas teorías y mala historia: por qué podemos confiar en la Biblia (2006).


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